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«Una noche de diversión y borrachera me costó el permiso»
En la autoescuela Las Marismas de Cádiz se imparten los cursos para recuperar el permiso, allí va J. P. R. que tuvo un accidente y sobrepasaba la tasa de alcoholemia
CÁDIZ Actualizado: GuardarSon jóvenes, con poca experiencia con el volante, mayoritariamente hombres y con soberbia a la hora de conducir. Se trata del perfil de las personas que han perdido el carné en los últimos años debido principalmente a que sobrepasaron la tasa de alcoholemia permitida. Una descripción en la que encaja perfectamente P. R. T. un chiclanero de 24 años que no supo controlar su vehículo por las calles de la localidad debido a los achaques de la bebida. Es por ello que colisionó con otro coche sin producir heridos, tan sólo daños materiales. La historia termina con la retirada de su carné durante varios meses y la necesidad de tener que completar un curso de sensibilización vial para poder recuperarlo.
«No era consciente del peligro que creaba con mi forma de conducir y no sólo para mí sino que también para el resto de personas», se sincera este joven chiclanero que ha cambiado su percepción en un giro de 360 grados. Ahora comparte su experiencia con más de una veintena de compañeros que han pasado por su misma situación y que «ayuda bastante pues ves que no eres el único y te permite crecer en el sentido de que conoces otras historias por las que te das cuenta de lo necesario que es prestar atención en carretera».
Reeducación
Cada viernes y sábado acude a la autoescuela Las Marismas en la calle Gómez Plana de Cádiz para recibir las 24 horas correspondientes al curso de reeducación y sensibilización vial. «Esto deberían de darlo como formación complementaria cuando vas a sacarte el carné y no cuando ya te han sancionado. Si se conciencia antes a los conductores y se les diera mayor información quizás no habría tanto accidentes», confiesa P. R. T. al que le queda una semana para finalizar el curso. Al mirar a su alrededor confirma su teoría «porque resulta que yo soy uno de los más viejos de las personas que están aquí. Al ponerlo tras una sanción no se aprovecha tanto porque al principio vienes rebotado con todo el mundo y no prestas tanta atención, hasta que pasan un par de horas y entonces te das cuenta de que ibas por mal camino porque el que te hayan pillado es lo menos que te podía haber pasado por conducir bajo los efectos del alcohol, porque si bebes y conduces tendrás un accidente, nadie se salva».
Luis Montero es el profesor encargado de impartir unos cursos que tienen una larga lista de espera. De hecho, la Confederación Nacional de Autoescuelas permite un curso de forma bimensual y en excepciones de manera mensual. Es el caso de la autoescuela Las Marismas, aunque «tengo que decir que aún hay capacidad para dar más cursos. Pero bueno, hay que adaptarse y cumplir el objetivo que no es otro que el de concienciar a los infractores para que vean que sus conductas con el volante no son las más adecuadas y que lo mejor que les ha podido pasar es que los pillen porque la última consecuencia siempre es el accidente. Hay que sensibilizar y hay que hacerlo antes de que llegue la sanción».