«Es injusto que se quiera incluir al atún rojo entre las especies protegidas»
La próxima semana llevará hasta Bruselas la defensa de los intereses de las almadrabas y dice que «son otros los que lo están haciendo mal»
JEREZ Actualizado: Guardar-En su reciente visita a la provincia de Cádiz, ¿qué elementos positivos ha podido detectar en el sector agrícola-ganadero de la zona?
-Hay muchos proyectos destacables que tenía mucho interés en conocer. Un ejemplo es lo que se está haciendo en acuicultura en Conil, donde la cofradía está siendo ejemplo y avanzadilla. En el sector pesquero tenemos que abordar la diversificación, porque los caladeros están cada vez más agotados, y aunque hay planes de recuperación también hay que insistir por otras vías. Hacen falta nuevas iniciativas para que la gente joven que se acerque al sector, y en Conil existe esa gente joven con proyectos.
-¿Y en el caso del vino, otro gran sector de la provincia?
-También en Jerez he visto cosas interesantes. Es como el de la viña Finca Vistahermosa que abre puertas importantes no sólo para esta zona, sino para toda Andalucía, porque conjuga el cultivo y el vino de autor con el enoturismo. Creo que ése es el futuro. Y en un entorno vinícola como es el de Jerez, que ha tenido un gran pasado y tiene un gran presente pese a las dificultades, esas iniciativas hay que valorarlas. Unir esto a la tradición de la Campiña de Jerez puede tener un efecto multiplicador.
-Precisamente el Marco de Jerez ha sido uno de los principales caballos de batalla desde que llegó al cargo. ¿Le ha dado muchos quebraderos de cabeza, sobre todo por su empeño en encontrar soluciones duraderas?
-Yo no quiero para ningún sector soluciones de pan para hoy y hambre para mañana. El Marco tiene dificultades, las que tiene el sector en general por la caída del consumo de vino y porque poca gente joven se acerca a esta bebida. Pero Jerez tiene además los problemas de la propia Denominación. Y en este punto lo que había que hacer era acercarse a conocer las demandas del mercado. Jerez tiene un nombre importantísimo, pero hay que cuidarlo y preservarlo para que tenga un futuro y para que todos, viñistas y bodegas, sigan viviendo no de ese nombre, sino de una renta digna. Para eso tenemos unas propuestas en las que estamos dispuestos a invertir, pero siempre que cambie el modelo y sea diferente al que ha habido hasta ahora.
-¿Cuál es entonces el objetivo de las acciones de apoyo al Marco?
-En un primer momento hemos considerado que la prioridad era reforzar al sector productor y las cooperativas. Porque hay un mal maridaje entre lo que es la viña y lo que es la bodega en esta zona. No se puede vivir con los viñistas a la espalda, y debe existir un mejor maridaje entre ellos y el bodeguero jerezano que tanto y tan bien ha hecho. Yo creo que hasta ahora no se ha producido nunca ese maridaje, y eso es en parte culpable de los problemas actuales. Ahí tenemos que trabajar para fortalecer al sector productor, pero también me voy a reunir la próxima semana con Fedejerez para encontrar una solución conjunta y de consenso. Ya lo dije cuando llegué en mayo: yo creo en Jerez, y espero que la gente de aquí crea tanto como yo en su futuro.
-Por resumir, ¿se trata de cambiar las reglas del juego y de equilibrios que han existido siempre en esta zona?
-Bueno, yo hablo de maridaje. La viña y los viñistas de Jerez es importante preservarlos, porque sin ellos se pierde una pata importante de esta Denominación de Origen que ya no tendría sentido. Quedaría sólo una industria, pero que podría estar en Jerez o en Madrid. De ahí la necesidad de que se produzca un buen compromiso de todas las partes. Y aunque hay muchas dificultades, creo que todos están por la labor. En relación a las ventas, hay que analizar determinados tipos de vino que se están haciendo y que no tienen aceptación. Creo que el objetivo de Jerez, con un importante nombre que cuidar, no puede ser vender botellas a uno o dos euros. Aquí queremos más rentabilidad.
-Hay más industrias agroalimentarias más allá del vino. ¿Cuál es el plan de actuación de la Consejería para apoyarlas, sobre todo en tiempos de crisis?
-La agroalimentaria es la principal industria andaluza con diferencia. Por eso, cuando aprobamos el Presupuesto de la Consejería, que tiene una reducción menor que la de otras políticas, lo consideramos un sector estratégico y la apuesta por él no sólo no disminuye, sino que incluso se incrementa respecto a 2008.
-Pero hay algunos proyectos a los que aún les falta un empujón definitivo. Es el caso del Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA) de Jerez, que no termina de arrancar pese a que era una gran apuesta. ¿Qué va a hacer la Consejería al respecto?
-Los parques tecnológicos cuesta que despeguen todos, no es un tema exclusivo de Jerez. Le puedo decir que costó mucho que Geolit echara a andar en Jaén, pero ya va adquiriendo especialización en el aceite de oliva. También ocurrió en Málaga y Granada. Y ahora tenemos que hacer esfuerzos especiales en dos proyectos, y digo especiales porque tenemos que dosificar esfuerzos e inversión pública. Uno de ellos es el PITA de Almería y el otro el PTA de Jerez. Son las dos prioridades que tenemos ahora mismo tanto la Consejería de Agricultura como la de Innovación, porque vamos al unísono en el accionariado. Nos vamos a centrar en ellos para darles el empujón definitivo. Jerez es una ciudad con un tirón propio y con unas buenas comunicaciones, y eso ayuda mucho. Tenemos que terminar la apuesta de la inversión pública para que finalmente el sector privado que tiene que venir aquí a crear alternativas y empleo dé el paso.
-¿Qué le puede decir a los pescadores de Barbate ante su petición de ayudas durante el paro biológico que ahora se inicia?
-Estamos negociando con los patrones de las flotas del Atlántico y el Mediterráneo para hallar una fórmula. Pero yo vuelvo a reiterar que los fondos previstos para las paradas biológicas acaban en el 2009. Había un dinero que conocía el sector perfectamente y que se ha agotado en estos tres años iniciales, y ahora no hay más, ni lo puede haber. Y es que aún en el supuesto de que nos sobraran fondos no se podría poner más dinero al sector porque la UE no lo autoriza. Quiero dejar esto bien claro. Por mucha voluntad o sensibilidad que tuviéramos nos pondríamos en un serio problema con la UE, que es reacia a pagar las paradas biológicas porque creen que ese dinero que no cumple el objetivo final de recuperar los caladeros, y que es una financiación encubierta de este sector.
-Pero esos fondos sí han cumplido los objetivos...
-Sí, y yo no estoy para nada de acuerdo con la UE. Creo que los planes de gestión han hecho mucho y muy bien para que tengamos recuperación de caladeros, y hemos contribuido a que el sector tenga dinero. Pero no hay más dinero ya. ¿Qué fórmulas se pueden poner en marcha ahora? Todas las que averigüemos. ¿Disposición? Toda. Estamos trabajando con los pescadores en el próximo plan que debería entrar en vigor el 16 de noviembre, y debe estar porque si no no se les puede ni pagar. Además, hay unas partidas pendientes que podemos distribuir y vamos a ver cómo lo hacemos para que alcancen a un mes. Eso sí, lo conveniente es parar tres meses. Y ellos saben perfectamente en qué condiciones está el caladero, son los que viven de él. Ésa es la situación y ellos la conocían.
-Un problema grave al que se enfrenta la provincia es la posibilidad de la restricción de la pesca del atún rojo, o su posible inclusión en la lista de las especies más amenazadas del mundo. ¿Cómo se va a plantar batalla desde Andalucía?
-A todos nos preocupa la situación del atún, muy ligado a la almadraba en Cádiz, y nos preocupa qué puede pasar y el resultado de los análisis técnicos del Iccat (Comisión Internacional para la Conservación de Atún Atlántico), porque pudiera darse una mayor reducción de cuotas. Eso sería gravísimo para Cádiz y toda Andalucía, tengo que decirlo tal cual, porque si la cuota actual ya ha hecho que sólo se puedan calar tres almadrabas, con una mayor reducción la situación sería realmente complicada. Por eso me voy a entrevistar el 5 de noviembre con el comisario de Pesca (Joe Borg) y le voy a trasladar nuestra preocupación por el atún rojo. Consideramos que es injusta la situación que se está planteando, así como las pretensiones de Mónaco de incluirlo en el Cites como especie protegida -por lo que dejaría de pescarse-. Es verdad que está en situación no idónea, pero eso no es a causa de la flota andaluza y las almadrabas. Somos cuidadosos con el plan de recuperación y respetamos las cuotas. Y otros países, vecinos de la UE y de fuera de ella, no hacen lo mismo. En esas circunstancias no todos tenemos las mismas reglas del juego. Por eso voy a poner el nombre de Andalucía y del atún en Bruselas. No voy a parar ni voy a dejar esa responsabilidad en manos de otros, y tomaremos todas las medidas que haga falta. Aquí lo estamos haciendo bien, y si quieren cuidar el atún que vigilen a quién lo hace mal.
-¿Qué van a suponer los fondos de desarrollo rural para la provincia de Cádiz?, ¿cuándo comenzarán a repartirse?
-Ya están abiertas las ventanillas en los Grupos de Desarrollo, y el 7 de octubre les dimos las resoluciones para los proyectos. El de Jerez, por poner un ejemplo, tiene una asignación de 3,9 millones de euros en una primera fase hasta 2011, una buena cantidad de dinero para hacer proyectos. Ahora hay que encontrar y dinamizar a los emprendedores rurales.
-¿Qué líneas se van a priorizar?
-Hay unos ejes básicos como el fomento de la industria agroalimentaria, y todo lo que promueva la diversificación. En esta zona en la que se actúa hay que apoyar a los sectores primarios, pero también hay que buscar otras alternativas. Luego habrá un nuevo reparto, una segunda fase, y aquí en Cádiz se crea un nuevo GDR, el que se disgrega del bajo Guadalquivir y engloba a Sanlúcar, Rota y Chipiona, y eso significa que hay más dinero en la provincia para hacer políticas de desarrollo rural. Si saben aprovecharlas bien se puede crear mucho empleo en las zonas rural, lo que requiere el doble de esfuerzo que en las áreas urbanas.