Sociedad

'Fashion' hasta la tumba

Antonio Miró, primer gran diseñador que realiza trajes específicos para los muertos

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La moda española traspasa fronteras, tanto físicas como espirituales. Antonio Miró se ha convertido en el primer gran diseñador del mundo en realizar trajes específicos para los muertos. Es la última gran novedad de un sector muy competitivo que ha encontrado un nuevo mercado en la resolución de los asuntos colaterales que rodean a un fallecimiento. De esta manera, los servicios funerarios han ampliado su gama de productos hasta ofrecer pequeñas biografías del finado o resolver el engorroso papeleo, unas ideas presentadas coincidiendo con la celebración del día de Todos los Santos.

En la búsqueda de esta comodidad para los afligidos familiares está el futuro del sector, incluidas las mortajas. Antonio Miró fue el primero en aceptar este reto y crear trajes para hombres y mujeres; una idea pionera en Europa. «Escuchó, estudió la oferta y al final accedió», explicó Eduard Vila, director general de Mémora, que explicó de forma muy concisa el proceso de las negociaciones. Estos diseños son idénticos a cualquier traje que se puede usar en la calle, con la única diferencia que tienen una proporción de algodón mucho mayor que la normal. Esto se debe a que en caso de incineración, no se expulsen tantas dioxinas a la atmósfera.

Al diseñador catalán le gustó tanto la propuesta que incluso hizo un ataúd. En esta multiplicación de servicios destaca también la gestión documental, que consiste en la tramitación de todo tipo de documentos legales y cuestiones administrativas como la obtención de pensiones, el registro de últimas voluntades así como la baja de servicios como el de la electricidad, el gas o el móvil. Sin embargo, las novedades que más aceptación tienen son los llamados productos de recuerdo, como grabar en vídeo la ceremonia o elaborar la crónica de un adiós (una semblanza biográfica y un recordatorio de la ceremonia) y crónica de una vida (pequeño libro testimonial sobre la existencia del ser perdido).

Ecologismo

Las medidas ecológicas también se imponen poco a poco en este negocio. Los féretros ecológicos, por ejemplo, están realizados con maderas de talas controladas y reforestadas. Además, el barniz clásico es sustituido por tintes al agua, no llevan herrajes metálicos y sus interiores son de algodón. En caso de incineración se recupera para su reciclaje un tercio de la madera que compone el ataúd. Sin embargo, todavía hay un amplio sector de la población que prefiere algo más tradicionales, con más ornamentación. Vidal señaló, como curiosidad, que entre las órdenes religiosas está teniendo "un gran éxito" un féretro similar al de Juan Pablo II.

Por otra parte, el responsable de la primera funeraria del país explicó que de la 45.000 actuaciones durante este año, una 13.000 corresponden a incineraciones. En este sentido, señaló que las urnas biodegradables que se usan para las cenizas están fabricadas con gelatinas y áridos con nutrientes o sal, que al ser depositadas bajo el terreno o en un medio acuático se desintegran en menos de 24 horas.