La cola se empezó a formar a las nueve de la mañana en la calle Santo Domingo y los que llegaron a las once ya no consiguieron entrar en el 'casting'. / FRANCIS
Sociedad

La cuesta de la fama

Más de 700 personas colapsaron en Cádiz el primer día de pruebas para ser extra en la película 'Knight & Day' que rodarán en un mes Tom Cruise y Cameron Díaz

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Hasta los mayores actores, los de limusina, alfombra roja y paparazzi pegado al culo del todoterreno, coinciden en que convertirse en una estrella lleva un trabajo ingente. Durísimo. Ayer lo comprobaron más de 700 gaditanos, que esperaron una cola de diez horas para presentarse al casting de Knight & Day en la calle Santo Domingo y la Cuesta de las Calesas, convertidas en un reflejo más de la cuesta de la fama.

Desaliñados sin empleo, adolescentes pintadas como puertas, gente guapa, amantes del cine y dos o tres que pasaban por allí. Esa era la heterogénea mezcla humana de las pruebas más multitudinarias a las que se ha enfrentado Yaël Moreno en sus diez años de carrera al frente de casting. «Nunca he visto nada igual en toda mi vida», confesaba la productora de Calle Cruzada, apabullada por la oferta de actores secundarios para la superproducción de la Tweintieth Century Fox para la temporada que viene.

Comprensiva y paciente, Moreno tenía que plantarle cara a la turba pacífica a las cinco de la tarde cuando cerraba las puertas. «No podemos atender hoy a más gente», decía escoltada por personal de seguridad y la Policía Municipal, paseando entre la multitud, pidiendo nombres. Aquellos que figuraran en la lista abierta tendrían un puesto asegurado hoy ante la cámara y la oportunidad de compartir un plano con Cameron Díaz o Tom Cruise en la comedia de acción que rodarán al servicio de James Mangold en Cádiz en un mes.

David, moreno de piel y cabello rizoso, ojos verdes, oficialmente un guapo, se quedaba sin su puesto después de un día de convivencia en la cola. «Hemos llegado a las once de la mañana y ya no nos ha dado tiempo a entrar». Caras largas, ojeras, eran las seis de la tarde.

El casting comenzaba a las 10 de la mañana, pero a las nueve, un río de gente llenaba la calle Santo Domingo. Los que llegaban más tarde, se quedarían sin entrar. Los técnicos habrían fichado a final del día a 500 posibles actores.

El mecanismo, el mismo para todos los que se someten al ojo de los cinco entrevistadores. Después de las horas de cola, cinco personas con cinco portátiles esperaban tras su mesa en una sala del IFEF. «¿Se puede?». Pedía permiso Yolanda, 22 años, gaditana, un metro sesenta, esbelta, morena, risueña, discretamente maquillada, lo que comúnmente se considera un bellezón andaluz. Nombre, fotocopia del DNI y de la afiliación a la Seguridad Social -sin eso no se entra-, estatura... «¿Bailas flamenco?», pregunta una voz tranquilizadora. Sí, lo aprendió en el Conservatorio de Danza de Cádiz. Y dispone de traje. ¿Experiencia? Dos videoclips.

«Ponte ahí». Una foto y se acabó. Ese es el mecanismo al que se sometieron ayer medio millar de personas, que podrían llegar a 2.000 en los cuatro días de pruebas (hoy de 9.00 a 18.00 y el 5 y 6 de noviembre).

Cada uno salía del edificio con dos o tres amigos hechos en largas horas arreglando el mundo, un papel con las condiciones de trabajo y una motivación distinta. A Marta, 19 años, le «encanta» todo lo que tiene que ver con la interpretación. Antonio no tiene «mucho que hacer» y quiere conocer un rodaje por dentro. Cristina está «loca por un trabajo, el que sea».

Muchos desocupados

Yaël Moreno ha recibido a muchos en la primer línea de entrevista. «La mayoría viene porque quiere probar una experiencia distinta y porque saben que esta es una buena producción con dos actores conocidos», dice, aunque reconoce que en ninguna ciudad ha constatado lo que denomina como «más disponibilidad» que en Cádiz, lo que significa más tiempo, más gente en paro.

Los que vuelvan hoy tendrán que darse prisa, porque desde Calle Cruzada -que ya ha lidiado con rodajes de primera clase como el de Ágora, de Amenábar- se espera más gente. Las reglas serán las mismas que las de hoy: se buscan personas de todo tipo de entre 18 y 50 años, con fotocopia legible del DNI, el NIE y de la afiliación a la Seguridad Social.

A cambio, además de la experiencia única de conocer un rodaje por dentro, se ofrecen 51 euros por jornada de trabajo libres de IRPF. No es un trabajo de niños. Yaël advierte que se prevén rodajes para madrugadores, ya que no hay escenas de noche y la luz de Cádiz tiene sus horas. Cada extra será dado de alta en la Seguridad Social con el régimen de artista, por lo que ha de ser ciudadano español o encontrarse en una situación legal para trabajar.

Hoy, más

Cerradas las puertas tras la jornada, un goteo incesante de curiosos seguía preguntando por los detalles de lo que se busca. «Tú ven mañana y haz la cola, que me he quedado con tu cara», dice Moreno, que admite que en el día de hoy se buscarán más hombres que mujeres. Ayer fueron más ellas que ellos. De los demás requisitos, un poco de todo. «Si viene un chico estupendo o una chica estupenda, van a entrar».

El ratio de las oportunidades de conseguir el trabajo es corto y la cola, muy larga, pero a muchos les vale la pena. David, el oficialmente guapo, promete volver hoy.

apaolaza@lavozdigital.es