Un menor de 17 años de edad, el dolor de cabeza de la Policía Nacional

Sólo tiene 17 años y ya trae de cabeza a la Policía Nacional. No porque lo considere un delincuente especialmente escurridizo, sino porque ya lo ha detenido en más de media docena de ocasiones sin que haya servido para que haya dejado de delinquir. Y su curriculum va ya camino de batir récords, según reconocían en la jornada de ayer funtes del mencionado cuerpo policial.

La última vez fue el pasado martes. En esta ocasión por un tirón -delito tipificado como robo con violencia- cometido en la Laguna de Torrox. Agentes del Grupo de Menores comenzaron a trabajar tras recibir una denuncia en la que se daba cuenta del tirón del que había sido víctima días atrás una joven que se encontraba sentada junto a otra amiga a media tarde en un banco del paseo de la Laguna de Torrox.

La denunciante aseguraba que el robo había sido perpetrado por un joven que iba de pasajero en un ciclomotor que conducía otro. Relataba que logró arrebatarle a la fuerza su bolso, que contenía efectos personales, documentación, llaves y un teléfono móvil.

La investigación abierta por la Policía Nacional no tardó en identificar al presunto autor de los hechos. No supuso ninguna sorpresa, porque se trataba de un viejo conocido. Localizarle y detenerle tampoco costó, por tanto, demasiado. Después siguió el proceso habitual en estos casos: completó las diligencias correspondientes y lo presentó ant la Fiscalía de Menores como presunto autor de delito de robo con violencia.

Saturación

El Juzgado de Menores de la ciudad prevé cerrar el presente ejercicio de 2009 con alrededor de 700 juicios por delitos cometidos presuntamente por jóvenes que no llegan los 18 años de edad. Eso supone que la media es de aproximadamente 15 a la semana. El año pasado fueron unos 600, por lo que el incremento rondará el 15%. Son datos que evidencian la proliferación de actos delictivos cometidos por menores en Jerez.

El máximo responsable de dicho juzgado, el magistrdo José Miguel Martínez, explicabarecientemente que, «afortunadamente», el 70% de los casos no llegan a la sala de juicios, ya que los procedimientos correspondientes se cierran justo antes gracias un acuerdo entre los abogados de las partes implicadas (vícima y acusado). Aseguraba que dichos acuerdos resultan «beneficiosos», porque, según afirma, es la mejo manera de acelerar la rehabilitación del adolescente.