La economía española frenó su caída en el tercer trimestre por las ayudas públicas
Las familias recortan gastos por miedo al paro, y mejora el sector exterior
MADRID Actualizado: GuardarLa economía española sigue muy débil, pero en el tercer trimestre del año frenó su ritmo de deterioro, gracias a unas medidas de estímulo que algún día habrán de retirarse. El Banco de España estima que los hogares se siguen apretando el cinturón, reconoce que la inversión en bienes de equipo ya no puede caer más bajo y, sobre todo, toma en cuenta el menor impacto de las importaciones. Por todo ello calcula que el retroceso del Producto Interior Bruto respecto a los meses de abril a junio fue de 0,4 décimas, el más moderado desde el arranque del desplome en el verano de 2008.
Este recorte hay que compararlo con el fuerte descenso de los trimestres precedentes, de un 1,6% en el primero y del 1,1% en el segundo. Mucho más limitada es la mejora de la tasa interanual, que ha pasado de un descenso del 4,2% al 4,1%. En definitiva, la economía atraviesa una fase de recesión prolongada, con descensos del producto que ya acumulan seis trimestres consecutivos.
El Banco de España advierte de que esta evolución algo más favorable «está ligada en parte a medidas públicas con efectos transitorios». Menciona, entre ellas, las ayudas a la compra de coches y la ejecución de los proyectos del Fondo de Inversión Local. Sus efectos se dejaron sentir igualmente en una más suave caída de la actividad en las diferentes ramas productivas y estabilizaron en el 17,9% la tasa de paro sobre población activa del tercer trimestre.
Consumo muy débil
El instituto emisor apunta que la demanda interna cayó en torno al 6,5% en el tercer trimestre, mientras que el saldo de los intercambios exteriores aportó 2,7 puntos al crecimiento. Aunque el retroceso del consumo de las familias fue algo menos intenso -bastantes de ellas hicieron uso del plan 2000E de ayudas a la adquisición de vehículos-, persiste su gran debilidad, con una caída interanual del 4,9%.
Los hogares no gastan -pese a la moderación de los precios y tipos de interés y a las «voluminosas» transferencias de renta de las administraciones públicas en forma de prestaciones de desempleo y otras-, porque tienen miedo a la escalada del paro, se han percatado de la pérdida de valor de la vivienda, que es su principal patrimonio, y sufren grandes dificultades en el acceso al crédito.
El Comisario Europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, dijo ayer en Pamplona que la crisis económica dejará tras su paso «ganadores y perdedores» y que pertenecer a uno u otro grupo dependerá de las decisiones que se están tomando ahora. Coincidió con el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y con el presidente de La Caixa, Isidro Fainé.