Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
CRÍTICA DE TEATRO

Brillo entre las sombras

GERMÁN CORONA
CÁDIZActualizado:

L a influencia literaria del autor irlandés Samuel Beckett, sobrepasó los límites de su propio arte y tuvo una importante repercusión en el mundo del Teatro y en la concepción del Espacio Escénico en general. Tachada de pesimista, lo cierto es que su obra ha retocado la visión del ser humano de simple espectador o víctima de su entorno, para convertirlo en una causa más del cosmos y su devenir. Sus personajes, inquietantes, lúcidos filósofos de mundos en penumbra, aparecen como reducto, como desecho de una realidad autodestructiva y sin futuro que se extingue inexorablemente.

Los venezolanos Grupo Actoral 80 han elaborado una interesante versión de Final de Partida en la que destacan las interpretaciones de sus cuatro intérpretes. El planteamiento espacial cumple prácticamente con los mínimos exigidos por su autor: una sola habitación, puertas, ventanas, personaje anclado a una silla y ciego, personaje sin poder sentarse, y pareja de viejos mutilados y confinados a dos enormes toneles. Con este panorama sombrío y tan encorsetado, la apuesta se dispara potencialmente hacia el desarrollo y evolución de personajes muy bien sustentados. Parece ser que el estudio sobre la obra, lleva la propuesta por un camino seguro al reforzar las particularidades de cada carácter. Ante un mundo gris, un mundo inhóspito y de encierro ¿qué queda?: quedan seres humanos enfermizos, débiles, obsesivos, maniáticos, irascibles e inconsolables que pese a todo ello, intentan inútilmente a veces, mantener vivas sus pequeñas voluntades por cumplir necesidades o caprichos: un perro, un caramelo, una caricia, una salida o la libertad para escapar del refugio.

El montaje refleja muy bien la relación y estatus que existe entre personajes; las interdependencias, los sometimientos, y lo más interesante, su repercusión corporal, vocal y emocional. Montaje contundente, equilibrado en tensión, intensidad y ritmo, en el que brillan las actuaciones en mitad de un mundo beckettiano muy bien construido.