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Chacón, durante su intervención en el Congreso./ EPA
ESPAÑA

Chacón intenta acortar el calendario para la retirada de tropas de Afganistán

La ministra de Defensa afirma que las fuerzas de seguridad del país no serán autónomas por lo menos hasta 2013

MATEO BALÍN
MADRIDActualizado:

No existe una hoja de ruta predefinida para abandonar Afganistán, pero en el horizonte ya se empiezan a vislumbrar los primeros plazos. Por vez primera en el Congreso, la ministra de Defensa, Carme Chacón, apuntó ayer que las tropas españolas desplegadas en el avispero asiático seguirán allí hasta que las fuerzas de seguridad afganas no tomen las riendas de su país. Un proceso de transición que podría durar entre tres y cinco años, según explicó Chacón durante su intervención ante el pleno del Congreso de los Diputados, que citó como fuente informativa a su homólogo afgano Abdul Rahhen Wardak.

La ministra de Defensa, no obstante, espera que en la próxima Conferencia Internacional sobre Afganistán, patrocinada por la ONU y que tiene previsto celebrarse antes de que acabe el año en un lugar aún por definir, los países aliados dispongan «de un calendario con hitos y plazos concretos que permitan evaluar los avances y nos acerquen cada vez más a la retirada». Carmen Chacón señaló que en la última reunión de la OTAN, celebrada hace una semana en Bratislava, ya planteó a los ministros de Defensa la necesidad de comenzar «cuanto antes» el traslado de poder de las fuerzas internacionales a la Policía y el Ejército afgano. Para ello, dijo, es indispensable «acelerar» el denominado proceso de afganización que dé paso de una fase de estabilización y reconstrucción a otra de transición.

En la actualidad, las fuerzas de seguridad afganas cuentan con 186.000 efectivos, 92.000 policías y 94.000 soldados, y la meta final es que en 2013 estén formados y capacitados unos 400.000 miembros, 160.000 agentes y 240.000 militares, es decir, más del doble de los efectivos disponible hoy. A este cometidos se dedican 52 instructores militares españoles que forman a dos batallones afganos en la base de Camp Stone, en Herat, y próximamente se unirán efectivos de la Guardia Civil para adiestrar a policías afganos, según comunicó el presidente José Luis Rodríguez Zapatero a Barack Obama durante la última visita a la Casa Blanca.

Más militares

La ministra de Defensa transmitió a los parlamentarios el mensaje que viene dando la OTAN sobre un posible plan de retirada: no hay ningún propósito de permanecer allí indefinidamente, pero cualquier proceso de transición debe tener las condiciones justa, esto es, sólo ocurrirá cuando los afganos tengan la capacidad de hacerse cargo de su país, aventuró Carme Chacón.

Una estrategia defendida por el jefe militar de las tropas extranjeras en Afganistán, el general estadounidense Stanley McChrystal, que, por otra parte, considera indispensable incrementar la presencia de soldados internacionales para lograr los objetivos. El alto mando militar reclamó a Estados Unidos el envío de entre 10.000 y 40.000 efectivos suplementarios, y a la OTAN un esfuerzo acorde para estabilizar el país en un periodo de entre tres y cinco años.

Reino Unido y España fueron de los primeros en responder a las solicitudes con el anuncio del envío de 500 y 220 militares más, respectivamente. Pero Francia y Alemania, donde la misión de mantenimiento de la paz es altamente impopular entre los ciudadanos, se han mostrado reacias a aumentar su dotación en Afganistán. En la actualidad, la OTAN tiene desplegados a 68.000 soldados de 42 países, a los que se suma una fuerza de cerca de 35.000 estadounidenses bajo el mando del ejército de su propio país.