Cuatro vigilantes pegan a un joven esposado en un centro de menores de Badajoz
Según el interno, los miembros de la seguridad le propinaron una paliza brutal; mientras que la Junta de Extremadura afirma que los guardias lo redujeron utilizando «medidas legales»
Actualizado:¿Qué ocurrió el 28 de julio en la unidad de contención del Marcelo Nessi de Badajoz? Ésa es la pregunta que se hacen los padres de un joven de 19 años ingresado desde hace más de un año en el único centro de reforma para menores delincuentes existente en Extremadura. Según les contó el interno, que cumple pena por delitos cometidos cuando no había cumplido los 18, varios vigilantes de seguridad le propinaron aquella mañana una paliza brutal; según dijo la Junta de Extremadura tres semanas después, esos guardias jurados se limitaron a reducirlo utilizando «medidas legales».
Las versiones de las partes resultan contradictorias, pero el caso podría entrar en una nueva fase después de conocerse el contenido parcial de la grabación realizada por la cámara de seguridad instalada en la unidad de contención del centro. Un vídeo en poder del diario HOY muestra con bastante claridad una secuencia de los hechos.
En la primera parte se observa a cuatro vigilantes de seguridad rodeando a un interno. Tres lo sujetan mientras uno de ellos le propina varios golpes con su defensa reglamentaria (porra). En el segundo se ve al interno sentado en la cama, esposado. En esa situación, un trabajador de seguridad lanza su mano con fuerza contra su mejilla izquierda.
Agresiones e insultos
El contenido del vídeo se conoció a través de un informante anónimo a mediados de agosto, pero ha sido ahora cuando los padres del denunciante han confirmado que no era la primera vez que le pegaban. «Nos dijo que lo mandaron al cuarto, pero nuestro hijo se negó. Entonces lo redujeron entre dos o tres vigilantes, lo engrilletaron de pies y manos, y allí se hincharon de pegarle».
Visi Guerrero, la madre del joven, certifica que también lo golpearon en el rostro. «Mamá, me pegó por la cara -nos contó-. Me quedó toda la cara señalada. Y no paraba de insultarme, que si tu puta madre, que si maricona...».
Alarmados por lo que estaban escuchando, pensaron que debían presentar la denuncia ellos mismos, pero el joven les comentó que tenía previsto hacerlo directamente. Días después, la Consejería de Igualdad y Empleo de la Junta de Extremadura, responsable del centro de menores, confirmó que ya había puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía y del Juzgado.
La Junta reconoció entonces que no había tomado ninguna medida y que estaba pendiente del resultado de la investigación judicial que se pudiera llevar a cabo. Sí dejó claro que en la reducción del interno «se usaron medidas legales» y que, con el fin de lograr la máxima transparencia, había trasladado los hechos al juzgado competente.
El interno y sus padres están convencidos de que lo sucedido en el Marcelo Nessi no es admisible y piden que se investigue lo ocurrido para que no vuelva a repetirse. «Los educadores del centro son muy buenos y el psiquiatra también. El verdadero problema está en los guardias, que son unos indígenas».