Ahmadineyad recibe al primer ministro turco. / AFP
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Irán pone condiciones a su respaldo al acuerdo nuclear

El régimen persa plantea fraccionar los envíos de uranio poco enriquecido a Rusia y Francia

ENVIADO ESPECIAL. KABUL Actualizado: Guardar
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El culebrón nuclear iraní no tiene fin y Teherán sigue alargando los plazos. Las autoridades islámicas comunicaron que su respuesta a la proposición de acuerdo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de enriquecer su uranio en el extranjero se producirá en las próximas 24 horas. El canal de televisión Al-Alam, medio en árabe perteneciente al régimen islámico, citando a «fuentes informadas», aseguró que la contestación de Teherán «recogerá cambios significativos en el borrador del acuerdo» que se confeccionó tras las reuniones en Ginebra y Viena.

Estas modificaciones se refieren, según la cadena Press TV, a la cantidad de uranio que la república islámica debería enviar fuera del país y que, según el borrador del acuerdo, se fija en un 80% de las reservas actuales. Irán sería más favorable a realizar pequeños envíos para su procesamiento progresivo.

Así, pese a que el plazo otorgado por la comunidad internacional expiró el viernes, el régimen iraní mantiene abierta una semana más la esperanza sobre un posible acuerdo. «Llegará el día en que sea demasiado tarde. Llevamos tres años esperando la luz al final del túnel, y aguardaremos hasta que ya sea suficiente y veamos que el proceso está exhausto», declaró el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner. El responsable de Exteriores de la UE, Javier Solana, fue más diplomático y defendió la propuesta occidental, amparada por Estados Unidos, Rusia y Francia, sobre la que no cree que necesite «cambios importantes».

«Derecho irrenunciable»

Tras cinco resoluciones del Consejo de Seguridad que exigen a Irán el cese del enriquecimiento de uranio, esta nueva fórmula, que no implica que se detenga esta actividad que las autoridades islámicas consideran «un derecho irrenunciable», abre una vía para la esperanza. El problema es que la desconfianza entre las dos partes es notable y parece complicado que Teherán acepte quedarse de golpe sin la mayor parte de sus reservas de uranio.

Según el proyecto de acuerdo de la AIEA, Teherán enviaría antes del fin de año aproximadamente un 80% de las 1,5 toneladas de su uranio poco enriquecido (LEU, por sus siglas en inglés) a Rusia, donde continuarían las labores de enriquecimiento. Después Francia se encargaría de transformarlo en planchas de combustible que serían devueltas a Teherán, donde se utilizarían en un reactor nuclear de investigación médica.

Irán insiste en el carácter pacífico de su actividad atómica, pero la comunidad internacional desconfía. Un equipo de expertos de la AIEA se encuentra desde el domingo en Fordo, la nueva planta de enriquecimiento situada cerca de Qom, cuya existencia el régimen islámico mantuvo en secreto hasta el mes pasado. Como ha ocurrido en anteriores visitas, no se espera que hagan pública su valoración hasta que abandonen el país.