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Hecatombe madridista en Alcorcón

El conjunto blanco sufrió una goleada de escándalo ante un modesto Segunda B (4-0)

MADRID Actualizado: Guardar
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Algunas veces, los sueños se cumplen. Y este martes el sueño de un club modesto de Segunda División B se cumplió. Casillas ya había recordado como les habían pintado la cara varias veces en la Copa.

El comienzo del choque no pudo ser más premonitorio. A los cinco minutos, Dudek tuvo que salvar en tres ocasiones el primer gol. Los locales encerraron a los blancos, les marearon y superaron en todas las facetas. Los jugadores del Real Madrid, desconcertados, se miraban unos a otros. Al cuarto de hora, Borja Pérez, hacía justicia e inauguraba el marcador con un tiro de rosca dentro del área tras zafarse de su marcador. Era el quinto tanto en tres partidos contra el Madrid del modesto artillero. Tres minutos después, el Alcorcón bordó el fútbol con una gran jugada que incluyó velocidad, desmarque, desdoble por banda y gol, aunque involuntario de Albiol al intentar despejar. Las gradas enloquecieron.

El Madrid intentó reaccionar. Raúl, Benzema y Van der Vaart disfrutaron de ocasiones, pero su impericia o la extraordinaria actuación del Juanma bajo los palos las desbarataron. El Alcorcón se replegó, casi incrédulo de lo que acontecía y temeroso de haber cabreado al gigante blanco. Pero si el Madrid se enfadó no se noto -más allá de las patadas de Guti-. Ante la incapacidad de los de Pellegrini, los locales se estiraron. Cada contraataque se convertía en una clara ocasión. El palo evitó el tercero en primera instancia. Raúl, desesperado, animaba a sus compañeros, presentes en el campo, ausentes en el fútbol.

En una de las eléctricas contras, Borja superó a Drenthe una vez más y su centró fue rematado por Ernesto a las mallas. Era el éxtasis. El estadio vibró y sus gritos y cánticos se oyeron en Chamartín. En las gradas, Florentino Pérez y Jorge Valdano, atónitos, no dejaban de moverse en sus asientos. En tan sólo 45 minutos, las dudas ante el Milan o el Sporting se habían convertido graves preocupaciones.

Sin reacción

En la segunda mitad, Pellegrini buscó soluciones. Cambió al ofuscado Guti por Gago. El Madrid se hizo con el control del balón y el partido, pero Benzema y Raúl seguían negados de cara a puerta.

Los 'merengues' confiaban en su calidad para remontar, o al menos, en maquillar el resultado con vistas al partido de vuelta. En esas andaban los blancos, cuando la bestia negra del Madrid, Borja Pérez, actuó de nuevo. En la primera llegada local tras la reanudación, el delantero del Alcorcón batió a Dudek tras recoger dentro del área un rechace de un córner. Sexto gol del chaval ante los blancos.

El resto del partido fue un querer y no poder de los de Pellegrini. El técnico chileno observaba impertérrito desde la banda. Val Nistelrooy saltó al campo en un intento estéril de recortar distancias. Pero no era el día. La Copa hizo feliz a un club modesto y a su afición. Premió la entrega, sacrificio, voluntad y sobre todo, el buen fútbol del Alcorcón . Suerte para el Madrid que la eliminatoria no fuese a partido único. Siempre le quedará el Bernabéu para tornar el ridículo y la humillación en gesta y épica. Con permiso del todopoderoso Alcorcón.