lo que es y lo que parece
CÁDIZActualizado:L a intencionalidad con la que se quiera llegar al espectador admite cualquier propuesta, siempre y cuándo tenga un mínimo de calidad artística. En muchas ocasiones el arte, o mejor dicho los artistas, han utilizado la creación como medio para exorcizarse a sí mismos. Personalmente creo que si el arte pudiera ser terapéutico, lo debería ser para el lector o espectador de la obra, y no para el creador, para eso están las consultas a los especialistas.
Cierto es que existen terapias a través del arte, pero entendemos que no son ejecutadas por profesionales, sino por personas en un proceso particular de desarrollo.
Hojeando a posteriori información sobre el montaje La razón de la Ofelias encontramos que @parte de la relación íntima y personal con la esquizofrenia, que le ha enseñado a Tino Fernández a ver las distintas caras de la enfermedad en la mujer que lo trajo al mundo». Aunque el planteamiento es interesante y desgarrador, la resultante tiene un sinfín de lecturas que desafortunadamente creo que se alejan de la intención primordial. No debemos olvidar que nuestro afán como espectadores es querer reconocerlo todo para así acercarlo a nuestro mundo interior y comunicarnos con el emisor.
Paradójicamente, parecía que se nos mostraba un mundo en el que la mujer en general es un mero polvorín de emociones. Quizás sea esto lo que se escapa a nuestro entendimiento, pues llega a ser chocante que el único factor aparentemente de parsimonia y calma sea el hombre del violín en este mundo de mujeres desesperadas. Precisamente la participación de Malikian es la única que se mantiene en un plano superior, nunca al nivel del suelo como todas ellas. En lo que respecta a los demás elementos, casi todos son accesorios e irrelevantes: objetos domésticos, vestuario insulso, bailarinas que balbucean y dicen frases sin sentido o ilegibles; la misma presencia del reconocidísimo violinista es decorativa.
Acertado sin duda el uso del violín como reflejo de ese grito interno de las emociones; y por otro lado, la frialdad de la iluminación.
Momentos interesantes pocos: el final con violín, voz y bailarina en primer término, y algunas de las acciones performance.