El jurado popular deliberará mañana el veredicto del caso de la mujer degollada

Los once miembros del jurado popular que juzga desde ayer el caso de María Juana López, la vecina de Jerez, de 66 años, que en mayo de 2008 murió degollada tras una discusión con su ex pareja, comenzará mañana a primera hora a deliberar el veredicto después de escuchar durante dos vistas los testimonios de los policías, vecinos, familiares y forenses que declararon como testigos para tratar de esclarecer este suceso.

En la sesión del juicio de hoy, celebrada en la sección VIII de la Audiencia Provincial, los psicólogos que atendieron al imputado, F.G.A, de 77 años, realizaron un perfil del acusado tras realizar varias entrevistas y aseguraron que es una persona "nerviosa", "impulsiva" y "con un deterioro asociado a la edad y a un accidente cerebrovascular anterior".

No obstante, indicaron que el presunto agresor sabía "perfectamente" lo que estaba haciendo el día de los hechos, pese a destacar de su personalidad que "tiende a frustrarse" y a responder con "conductas agresivas" debido a "su poca formación" y "una capacidad de inteligencia no elevada".

Asimismo, la forense que procedió al levantamiento del cuerpo de la víctima también indicó que la agresión con arma blanca la recibió "cuando ya estaba semiacostada o tumbada en el suelo" aludiendo al "bajo nivel" de los "salpicones de sangre" que presentaba la pared y un escalón y después de haber recibido en la cara "un golpe con una maceta" que le provocó un traumatismo craneoencefálico.

NO SE PUDO DEFENDER

De igual manera, los peritos que realizaron la autopsia a la víctima descartaron que ésta presentara cortes en las manos y el antebrazo que indicaran que "intentó defenderse" y afirmaron que recibió un "golpe fuerte con violencia" antes de recibir la agresión con el cuchillo que le dejó "aturdida" y "atontada", por lo que afirmó que "es muy posible que no se pudiera defender".

Además, estos peritos confirmaron que la mujer "murió desangrada" al recibir una lesión "certera" con arma blanca que "le rompió la carótida", lo que denota la "fuerza" del imputado.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por Pedro Pérez, pide 21 años de cárcel por un delito de asesinato y quebrantamiento de una orden de alejamiento, y 85.000 euros de indemnización para la familia en concepto de responsabilidad civil. La Fiscalía solicita 19 años por un delito de asesinato y 55.000 euros de indemnización.

La defensa del acusado pide la libre absolución alegando el "trastorno mental transitorio" que sufrió su cliente en el momento de los hechos tras mantener una "acalorada discusión" y sentirse "engañado" por la víctima.