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OPINIÓN

Cuestiones varias

MANOLO CAMACHO deportes@lavozdigital.es
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El encuentro dejó varias cosas para meditarlas con tranquilidad. Por una parte empezaré con López Silva y lo primero que diré es que curiosamente dos centros desde la derecha y dos goles. Sin contar el de Vallecas, que aunque el del segundo gol venía desde la izquierda lo hizo también con la diestra. Si a esto le añadimos que Enrique no aportó nada ofensivamente hablando, de no ser por la sanción que deberá cumplir el onubense ante el Castellón, hubiese sido una buena ocasión para colocarlo en su banda el próximo día en Castalia. Otra cosa de López son las tarjetas. Independientemente de la roja, acumula ya cuatro amarillas siendo el más tarjeteado del equipo y no juega de defensa. Sin duda a estudiar ese capítulo, por él mismo primero y luego por el cuadro técnico.

Por cierto, cuando fue expulsado nuestro futbolista no se había realizado el tercer cambio y aun así Javier Gracia mantuvo que el que tenía que salir era Abraham González.

Dios me libre de cuestionar lo que era mejor en ese momento para el Cádiz, que a tenor del resultado final, fue lo acertado. Aunque nunca sabremos si con un delantero en el campo hubiésemos marcado alguno más. Pero no sé si fue lo mejor para que dos pesos pesados, por la veteranía de ambos, quedasen contentos.

Me refiero a Tristán y Toetdli que vieron como salía un delantero y entraba un hombre de mediocampo para colocarse como jugador más adelantado. Aunque insisto que respeto la decisión, sólo me planteo lo complicado que debe ser tomar esa decisión. Pero como le salió bien, el mister saldrá reforzado en sus ideas, y eso es lo importante un entrenador con las ideas claras.

A meditar también el saber en qué momento hay que meter ritmo al partido y cuando no. Ayer durante buena parte del partido nos contagiamos del ritmo lento del Real Unión, que era cuando necesitaba una rápida circulación de balón y no ser tan previsible. Y sin embargo cuando nos interesaba mantener la pelota y que pasase el tiempo, era cuando sacábamos con precipitación o alguno de los nuestros hacía la guerra por su cuenta. De esta crítica, constructiva, libero al entrenador que desde el banquillo intentaba corregirles. Triunfo importantísimo pero con cosas a mejorar. Y punto.