Un cabezazo contra la pared azulina
Un testarazo de Alfaro sirvió para desmontar el nutrido sistema defensivo de un Xerez Deportivo que apenas salió de su campo
ENVIADO ESPECIAL A TENERIFE Actualizado: GuardarPegarle a la pared con la cabeza suele servir de bien poco, pues normalmente repetir el golpeo una y otra vez no ayuda más que a acabar con la testa abierta, pero ayer la historia fue diferente en el Heliodoro Rodríguez López, donde Alejandro Alfaro encontró un muro débil, endeble, que aparentemente era denso, pero que quedó desmoronado gracias al certero cabezazo del delantero perteneciente al Sevilla. Él y sobre todo Nino golpearon una y otra vez el muro ideado por Ziganda, pero la pared aguantaba -más por la falta de puntería del Tenerife que por la fortaleza real de los xerecistas-. Soportó hasta que Omar fue capaz de llegar a línea de fondo y ponerla en el punto de penalti para que Alfaro hiciera justicia, pues el Xerez no mereció más. Se dedicó a defender aglutinando hombres en defensa y a pesar de ello el Tenerife generó infinidad de ocasiones de peligro en un partido que arrancó jugando al despiste.
Y es que sólo la primera jugada del partido sirvió como claro ejemplo de lo que José Ángel Ziganda quiere que haga su Xerez cuando pelea lejos de Chapín. Un robo en el centro del campo, una incorporación de Francis para asociarse con Carlos Calvo y un buen centro al área que Bermejo pudo rematar. El cántabro la empaló de primeras, pero el impacto con el esférico no fue bueno y su lanzamiento salió como un globo por encima de la portería defendida por Aragoneses. Pero la cara de satisfacción de Ziganda duró muy poco, no pasó de ese minuto tres de juego en el que Bermejo trató de rematar a puerta, pues desde ese instante el Tenerife se apoderó del control del encuentro, de la posesión del balón y prácticamente no dejó salir de su área al cuadro jerezano.
El entrenador del Xerez dio entrada a Moreno para que Bergantiños pudiera tapar más arriba, pero para presión adelantada la de todo el Tenerife, que hizo que casi la totalidad del encuentro se jugara a partir de los tres cuartos de campo. Allí los xerecistas defendían con una línea de cinco y otra de tres, dejando a Carlos Calvo y Mario Bermejo con libertad para salir a la contra, pero los ataques del Xerez se producían a cuenta gotas, sin fuerza ni velocidad y difuminados entre imprecisiones.
Esa falta de puntería también se repetía en el área rival, en la que Renan no tuvo demasiado trabajo a pesar del constante ataque del cuadro tinerfeño. Desde el minuto cuatro hasta el cuarenta, el conjunto entrenado por José Luis Oltra acumuló casi una decena de aproximaciones a la puerta que defendía el meta brasileño -casi todas protagonizadas por Nino-, pero sólo en una de ellas se tuvo que esforzar para despejar a córner un disparo sin ángulo del delantero almeriense.
Imprecisiones
Y es que sin espacio para la duda, la principal tara del Tenerife se encuentra en su falta de puntería. Nino, Alfaro, Mikel y Román lo intentaron durante la primera parte, pero ninguno puso nervioso a un Renan que demostró que se vale él mismo para meterle el miedo en el cuerpo a los azulinos. Y es que el meta del Xerez se atrevió con un recorte a Nino cuando se rozaba el minuto cuarenta de juego, pero el punta del Tenerife no cayó en el engaño y a punto estuvo de poner en complicaciones a un portero xerecista que se vio obligado a sacarla por la banda para quitarse el sudor de encima.
Tras el descanso, los chicharreros retornaron con la misma intensidad y manteniendo la frecuencia de sus llegadas al área xerecista. Nino provocó el primero de los córners tras un buen control de pecho y un disparo que salió por la línea de fondo desviado por uno de los centrales del Xerez. Ese saque de esquina pudo convertirse en el primer tanto del Tenerife si Armenteros no se hubiera colocado pegado al palo, pues el argentino sacó de la misma línea de gol un gran testarazo de Román.
La cara del partido no cambió levemente hasta que Ziganda realizó su primer movimiento desde el banquillo. El navarro hizo debutar a Orellana y retiró del prado a Carlos Calvo. El chileno participó mucho menos en el trabajo defensivo, pero a cambio dio bastante frescura y verticalidad al ataque azulino.
El primer acercamiento decente del Deportivo en la segunda parte no llegó hasta el minuto 64 en un saque de esquina que Moreno remató por encima de la portería de Aragoneses. Después, Bermejo le dio continuidad al goteo ofensivo con dos disparos desde fuera del área, pero ninguno de ellos llevaba la marca de la casa y apenas crearon peligro. El cántabro dejó el campo para dejar sitio a Antoñito justo unos minutos antes de que Alfaro abriera el marcador con un testarazo potente tras una buena jugada por la izquierda.
El gol obligaba a Ziganda a realizar un cambio ofensivo, pero su apuesta fue retirar a Moreno para dar entrada a Abel -teniendo a Momo en el banco-. Se mantuvo el sistema y también la dinámica de juego, pues los azulinos no tuvieron capacidad para darle la vuelta al encuentro y retroceden un peldaño en la tabla tras los tres últimos pasitos al frente.