Incapacidad racinguista

El Portuense volvió a mostrar su habitual versión como local y perdió tres nuevos puntos ante su público. En esta ocasión, Los Barrios le sacó los colores al equipo de Javier Manzano que, pese a contar con tres hombres más sobre el rectángulo de juego, no puso en excesivos apuros al meta gualdiverde.

Sin lugar a dudas, la situación que acaeció ayer en el Cuvillo debe hacer recapacitar profundamente a la plantilla rojiblanca, aunque se sea consciente de que el objetivo no es otro que mantener la categoría. Pero no es menos comprensible que los aficionados salieran como lo hicieron del coliseo racinguista, donde sólo han visto ganar a los suyos en la primera jornada.

El partido comenzó con intensidad. Sin ir más lejos, locales se pudieron haber adelantado por partida doble. Justo a los diez minutos, el delantero Villalustre, que ayer sustituyó en el once titular a David Villalba, envió un balón a los pies de Camacho. A renglón seguido, el defensa Parra remató fuera un saque de esquina cuando se encontraba completamente solo ante la portería campogibraltareña.

Estas jugadas marcaron mucho al equipo, que fue aminorando sus llegadas al portal contrario. Fue entonces cuando Los Barrios, que llegaba tras el cese del sevillano Federico Martínez Gámez, cambió la decoración del choque. Tal es así que Juampe pilló adelantada a la zaga portuense y batió por alto a Ismael. Era el minuto 20 y, una vez más, el equipo se colocaba por detrás en el marcador.

Cúmulo de despropósitos

A partir de ese momento, un Portuense enrabietado por el gol saca fuerzas de flaqueza, pero el duelo no sufre modificación alguna antes del intermedio.

En los primeros compases del segundo tiempo, Espínola traba a Alberto dentro del área y es expulsado. La oportunidad no la desaprovecha el capitán Lolo Prado, que colocaba las tablas en el minuto 52. Sin embargo, Juanjo puso con ventaja a Los Barrios cinco minutos después. Un jarro de agua fría para la escuadra racinguista.

De ahí al final de la contienda, Los Barrios perdió por expulsión a Juan Ríos (68') y Dani (83'). Una ocasión inigualable para el Portuense, que contaba con tres juagdores más para igualar el encuentro. Pero nada más lejos de la realidad, ya que el Racing abusó en exceso de los balones a la olla, situación que solventó con firmeza la ordenada escuadra barreña. En resumen, un tremendo varapalo para el Portuense.