
Los usuarios suspenden a la Justicia
Se dispara el número de quejas de ciudadanos por el funcionamiento de los juzgadosLa mitad de las reclamaciones exigen más agilidad y nuevos medios en el sistema judicial
CÁDIZ Actualizado: GuardarLa percepción que los ciudadanos tienen de la Administración de la Justicia en España empeora año tras año. La mejor prueba de ello es el aumento espectacular de las quejas de los propios ciudadanos que pasan por los juzgados hacen llegar al gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial, que en el último año recibió un 29% más de reclamaciones que apenas un año antes. Más de 12.500 quejas en toda España, de las cuáles, casi la mitad hacía referencia a la lentitud y la falta de agilidad de la Justicia.
La pésima percepción no es un lugar común, ni un estereotipo que no se corresponda con la realidad. De hecho, el mal que sufre el sistema ha sido reconocido y denuncian de sobra por los propios administradores de justicia: los jueces. E incluso, por los propios responsables de atajar este mal a través de la política y las administraciones.
Sin ir más lejos, el actual secretario de Estado de Justicia, Juan Carlos Campo, reconocía hace poco más de una semana en Cádiz que la administración de la Justicia «no cumple bien su labor social». Algo falla. Y advirtió en este sentido que son los ciudadanos los que «tienen una pésima imagen de su Justicia».
Recordaba Juan Carlos Campo las estadísticas sobre satisfacción que el Consejo del Poder Judicial elabora cada año con las quejas que envían los ciudadanos acerca de los juzgados. Dicho estudio, referente a 2008, arroja esa preocupante tendencia: el número personas descontentas con la Justicia sufre una «tendencia al alza», y el número de quejas acerca de los juzgados aumenta continuamente. Tal es así, que en las oficinas del Poder Judicial en Madrid llegan, de media, 20 quejas a diario (de toda España) de los usuarios.
Hace falta personal
Desde los sindicatos, sin embargo, plantean que la solución fundamental para mejorar las satisfacción de los ciudadanos es reducir la carga de trabajo en los juzgados. Y eso «inevitablemente pasa por un aumento de plantilla en los órganos», reivindica Pedro Moral, delegado de Justicia de UGT, que recuerda cómo «este año no hay planeada ninguna ampliación de personal».
A finales de año sí está prevista, en cambio, la creación de al menos seis nuevos órganos judiciales que se repartirán por la provincia. De ellos, al menos cuatro son de primera instancia e instrucción (el número 5 y 6 de Jerez, el mixto de La Línea, y el de instrucción número 5 de Chiclana). Los demás ampliarán el parque judicial de la provincia con una sala de la Audiencia Provincial en Jerez, y un juzgado de lo contencioso administrativo de La Línea. «Se está trabajando para mejorar la Justicia y creemos que se verán resultados el próximo año», aseguraba a este medio el delegado de Justicia en Cádiz, Domingo Sánchez.
Largas esperas
Juicios que se señalan con uno o dos años de retraso, sentencias que se ejecutan con demora y, sobre todo, las largas esperas en juzgados y registros civiles forman los problemas judiciales que más quejan generan entre los ciudadanos. De hecho, la falta de agilidad de la justicia agrupa el 43% de las reclamaciones, según el informe del Poder Judicial, que reconoce que el problema «tiene que ver con el exceso de trabajo, con la deficiente dotación de las plantillas y las disfunciones en la cobertura de bajas, vacantes y vacaciones».
«Hasta ahora la falta de agilidad ha sido el motivo de protesta más habitual», recuerdan los responsables de dicho estudio. Pero advierten que desde el pasado año, cada vez más denuncias de usuarios se refieren al trato recibido en los juzgados: falta de puntualidad y de información cuando se suspende un juicio, pero sobre todo las pésimas condiciones judiciales agrupan este tipo de quejas, que representan ya un 45,5% del total.
Los juzgados del partido judicial de Cádiz sufren buena parte de estos problemas, sobre todo, los relacionados con las precarias instalaciones de las sedes. Ya que muchas son provisionales, a la espera de que se construya la Ciudad de la Justicia. «Las dependencias son las que más quejas reciben: como los calabozos de San José, las salas de vistas de lo Penal o el juzgado de Menores». De hecho, las protestas sobre este último ha motivado su reubicación, recuerda Nuria Orellana, jueza decana de la capital, que afirma que «ante la falta de medios con que contamos, no nos extraña que haya quejas».
Tendencia al alza
La «mala imagen» de la Justicia no es nueva, por supuesto. Se cumplen ya dos décadas de aquella polémica frase que hizo famoso a Pedro Pacheco, que dijo de ella que era un «cachondeo». Sin embargo, esa percepción y la satisfacción ha mejorado en algunas temporadas. Por ejemplo, desde 2004 hasta 2006, el número de quejas que llegaban hasta el CGPJ incluso se redujo un 26% cada año.
Sin embargo, desde el 2007, la tendencia ha vuelto a invertirse con un crecimiento increíble de las protestas. De media, crecieron un 29%; aunque en algunos ámbitos (como la falta de transparencia en la información) el número de denuncias ciudadanas han crecido hasta un 72% en un año. La preocupante tendencia se confirmó en 2008 (al que pertenecen los últimos datos).
Quejas también dentro
Este aumento de reclamaciones ciudadanas ha coincidido, además, con el periodo más convulso vivido en años por la Justicia: cuando las propias voces de la judicatura se han levantado, de manera casi histórica, para exigir mejoras en su administración.
Cabe recordar que en el último año se han llevado a cabo tres huelgas históricas de secretarios judiciales, pero sobre todo de jueces, que a pesar de su irregular seguimiento (a veces, minoritario), motivaron un cambio de dirección en el Ministerio de Justicia a comienzos de 2009; y lograron que el nuevo ministro -Francisco Caamaño- aprobase el pasado mes de septiembre un ambicioso Plan de Modernización, que aspira a cambiar antes de 2012, esa atávica «mala imagen» de la Justicia.