Ventajismo checo
Actualizado: GuardarLa actitud aparentemente más flexible del presidente checo, Václav Klaus, ante la firma del Tratado de Lisboa, de cuya Carta de Derechos Fundamentales exigía que su país quedara exento, parece anunciar el fin del desbloqueo del texto legal que mantiene paralizada la maquinaria europea. Aunque se desconoce el contenido real de las negociaciones entre la presidencia sueca de la UE y el Gobierno de Praga, Klaus, que pretende evitar que los sucesores de los checos de origen alemán se acojan al Tratado para exigir indemnizaciones, ha interpretado el contenido de las mismas como un repliegue comunitario ante sus demandas. La ventajista actitud que viene manteniendo el euroescéptico líder checo resulta inadmisible, incluso si la fórmula definitiva del pacto es excepcionar a su país, como antes hizo la UE con Reino Unido y Polonia, en la Carta de Derechos.