La ofensiva contra los talibanes no frena la ola de atentados en Pakistán

La intensa ofensiva que lleva a cabo el ejército paquistaní contra el feudo talibán en Waziristán del Sur para contener la ola de atentado no está dando el resultado esperado. La violenta jornada que sufrió ayer el país asiático es una buena prueba de ello. Tres ataques terroristas acabaron con veinticuatro personas en regiones del noroeste.

La sangría de vidas se inició a primera hora de la mañana, cuando un suicida causó seis víctimas mortales -cuatro civiles y dos miembros de las fuerzas de seguridad- al detonar la carga explosiva que portaba contra un puesto de control de Kamra. Poco después, el estallido de un coche bomba dejó otra quincena de heridos en un área residencial de Peshawar.

Pero el suceso más violento se registró en la región de Mohmand, en la frontera con Afganistán, donde dieciocho miembros de una comitiva de boda perdieron la vida por la explosión de una mina al paso de su vehículo.

Mientras, el mando militar confirmó la muerte de 142 insurgentes y 20 soldados desde que se inició la operación contra los insurgentes, al tiempo que Unicef ha cuantificado en unos 130.000 los desplazados de sus hogares situados en las zonas fronterizas a causa de los combates.