
Pedraz rechaza quedarse con el pirata y crea un embrollo judicial
Vuelve a enviar a 'Abdu Willy' ante el Juzgado de Menores porque hay «muchísimas» dudas sobre su edad
MADRID Actualizado: GuardarIn dubio pro reo, ante la duda a favor del acusado. Y no hay más que hablar, según entiende el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz. El magistrado rechazó ayer por segunda vez en una semana hacerse cargo del pirata somalí C. C., más conocido como Abdu Willy. El instructor insiste en hay «muchísimas» dudas sobre su edad y recuerda que los cuatro estudios médicos, en los que han participado cerca de una decena de especialistas forenses y radiólogos de la Audiencia Nacional, del Hospital de La Paz y de un centro privado, no son concluyentes porque ningún especialista se atreve a afirmar sin género de dudas que el asaltante del Alakrana tiene los 18 años que garantizan su responsabilidad penal.
El pirata, que ha reiterado durante todas sus comparecencias que tiene 16 años, fue llevado de vuelta a primera hora de la tarde ante el juez central de menores, José Luis de Castro, quien, a instancias de la Fiscalía, ordenó su regreso a un centro de internamiento para jóvenes en régimen cerrado. Allí permanecerá, custodiado por la Policía, hasta que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, ante la que ayer recurrieron el Ministerio Público y el propio Castro, decida quién se hace cargo de Abdu Willy o si deben hacérsele nuevos análisis para determinar su edad.
En una decisión que crea un conflicto de competencias judiciales sin precedentes en la justicia española, Pedraz se declaró incompetente para encarcelar al pirata y volvió a remitir el caso a Menores, cuya Fiscalía ya se sacudió de encima el asunto el pasado miércoles basándose en tres nuevas pruebas que apuntaban a que Abdu Willy sí había cumplido los 18. O al menos, con un 97% de posibilidades.
En un nuevo e inesperado giro del culebrón jurídico cuyo desenlace nadie se atreve a pronosticar, el juez de la Audiencia mandó ayer de vuelta al bucanero apoyándose en el último dictamen de la forense de su juzgado. La médico no está convencida con los resultados de las pruebas de ortopantomografía (prueba radiológica de la dentadura) y de análisis óseo (medición de la fusión de los cartílagos de la muñeca y de la maduración de la clavícula) que la Fiscalía encargó hace dos días.
Cuestión de raza
La forense de Pedraz se ratificó en sus tres informes anteriores, en los que asegura no poder precisar la edad, y apuntó ayer que las pruebas de huesos y dentadura no son exactas porque «la variabilidad de la maduración depende de la raza, la alimentación, el sexo y los factores individuales» y que, además, el error de estos exámenes «se incrementa según el sujeto se acerca al periodo final de su maduración, alrededor de los 20 años», como es el caso de Abdu Willy.
La facultativa de la Audiencia Nacional rechaza las conclusiones de los informes de la Fiscalía de Menores porque sus especialistas han usado tablas estándar de maduración «sistematizadas para todas las razas o etnias», tablas de Greulich y Pyle, ya que esos médicos carecían de los patrones de evolución ósea de la raza del pirata. En cuanto al estudio dentario, la forense apunta que tiene aún mayor grado de error que las pruebas óseas y que, como éstas, la madurez de la dentición depende de la raza y otros factores desconocidos entre la población somalí.
El juez Pedraz, además, cuenta con el informe de otros tres forenses de la Audiencia Nacional que sólo se atreven a asegurar que el pirata tiene al menos 17 años porque, además de las pruebas óseas y dentarias, han comprobado que el corsario tiene una «prominencia laríngea no muy desarrollada», es todavía «barbilampiño» y presenta «escaso vello axilar y púbico».