Puyol, toda una vida en azulgrana, anuncia que renovará hasta 2013

Carles Puyol es un futbolista a la vieja usanza. No sólo por su nobleza, su combatividad o su disciplina. O por su melena al viento, más propia de las Ligas de hace tres décadas. También parece un jugador de antaño por su fidelidad al club de su vida y por la seriedad en el momento de llegar a un acuerdo para prolongar su vínculo laboral.

En la era de las filtraciones a los medios de comunicación, ya sea a través del propio interesado, de su representante o del algún directivo del club, que siempre sueltan algo para encarecer el producto en unos casos o sacar más tajada económica en otros, el capitán ha conseguido lo imposible: informar personalmente a sus compañeros de que va a renovar hasta 2013 antes de que tengan que leerlo en la prensa.

Sucedió en el entrenamiento matinal, que siempre comienza con una charla de Guardiola en el círculo central. Allí, el defensa explicó su decisión de continuar y el técnico, el hombre que le ha convencido para que firme, pidió un aplauso para él. «Es el alma de este vestuario, un ejemplo para todos. Estamos muy contentos por él», explicó después Xavi.

Puyol, de 31 años, todavía no ha firmado, pero el principio de acuerdo no tiene marcha atrás. Acababa contrato en 2010 y estaba tentado de probar una aventura en Italia o Inglaterra. Por una parte no se entendía con el club en la duración del nuevo contrato y por otra desconfiaba un poco de las decisiones de Guardiola, que ya no le ve como un fijo en la defensa ahora liderada por Piqué. Pero al final se impuso el corazón azulgrana y el de la Pobla de Segur podrá convertirse en uno de los pocos casos de barcelonista que comienza y acaba su carrera en casa.