«Me han dado la razón y el dinero da igual»
La justicia condena a un cirujano plástico de Cádiz a pagar casi 80.000 euros a una paciente a la que extirpó por error una mama sana Isabel Oliva comienza una nueva vida «sin miedo» aunque sin vuelta atrás
CÁDIZActualizado:Isabel Oliva, de 43 años, ya puede salir a la calle «sin miedo» porque el Juzgado de Primera Instancia de Cádiz le ha dado la razón después de padecer un calvario que ha durado más de cinco años. Tras ser intervenida de cáncer de mama en el año 2002, por mastectomía radical izquierda, y recibir un tratamiento posterior de quimioterapia y radioterapia, dos años después, aconsejada por el doctor especialista en oncología que la había atendido, unió fuerzas para recuperar su vida y reconstruirse el pecho que había perdido.
Isabel dejó sus esperanzas e ilusiones de recuperarse psicológicamente y ver su cuerpo como era antes del cáncer, en manos del cirujano plástico J. L. N. M, pero tras sufrir dos operaciones, al despertarse de la tercera descubrió que le había extirpado el pecho que tenía sano.
A partir de este momento inició una batalla judicial, con un único objetivo «necesitaban que me dieran la razón y dijeran que lo había hecho mal», explica Isabel. Entró en una depresión y su estado anímico empeoró considerablemente. Ahora, con la sentencia a su favor en la mano, asegura que «me habría conformado con una disculpa, una explicación, eso me habría bastado, pero nunca obtuve esas palabras y cuando fui a pedirle los informes de las operaciones no mostró preocupación, ni me preguntó como estaba, podría haber mostrado sólo un poco de humanidad».
Según cuenta Isabel, el cirujano plástico, que ejerce en una clínica de Cádiz, una vez que reconstruyó el pecho izquierdo, que había perdido por el cáncer, tenía autorización para retocar de forma mínima, si era necesario, el otro pecho y así mejorar la simetría de ambos. Sin embargo, sin consultar previamente a la paciente ni a ningún familiar, hizo una mastectomía en la mama derecha «porque creyó que podría haber también riesgo de cáncer», pero no lo había, y estaba avalado por el tipo de cáncer que había padecido era ductal infiltrante que normalmente no produce bilateralidad en la otra mama, es decir, se extiende mucho menos que otros cánceres mucho más agresivos como el lobulillar. Además no tenía antecedentes familiares y las pruebas diagnósticas realizadas por imagen (radiografías, mamografías y ecografías) habían arrojado un resultado negativo.
No le informó
Por ello el Juzgado de Instrucción ha estimado que la intervención fue realizada sin consentimiento, y sin que existiera una información mínima sobre la necesidad o conveniencia de extirpar la mama sana. Así, los daños y perjuicios causados por los días de hospitalización, las lesiones físicas y psíquicas sufridas, han sido valoradas, tras puntuar todas las variantes, con una indemnización de 79.648 euros, que pagará la entidad asegurado que cubre la responsabilidad civil de acusado.
«No me siento satisfecha, sí más tranquila, pero lo que deseo es que se dé a conocer esta situación para que no ocurra más y la gente tenga información», insiste Isabel, pero sobre todo «que ni este ni ningún médico vuelva a pensar por él mismo, que consulte antes de tomar una decisión tan importante como esta».
Desde entonces Isabel ha tenido que someterse a más operaciones de reconstrucción para recuperar la imagen que tenía antes de la operación, aunque sabe que no volverá a verse igual. «Mi cuerpo no volverá a ser el de antes, pero al menos esto ha acabado, y sólo me queda una última intervención y espero que en esta ocasión, todo salga bien».