Modelos
Actualizado:H ay cosas que no son ninguna broma, pero que es difícil tomárselas en serio. Estoy pensando en el arrepentimiento de Millet. Es imposible no pensar que de lo que verdaderamente se arrepiente este señor es de haber sido descubierto. Ya saben, Félix Millet i Tusell, el hasta hace poco presidente del Palau de la Música y del Orfeón Catalán que, como él mismo reconoce después de «reflexionar profundamente», ha robado varios millones de euros con una encantadora discreción, sistematicidad y bastante desfachatez. Digo desfachatez porque al parecer, en determinados entornos elevados, se conocían sus manejos desde hacía tiempo. Pero nadie decía nada. Millet forma parte de la alta burguesía catalana y es, a la vez, amigo de Aznar. Ahora reflexiona profundamente, pide perdón de buenas maneras y asegura que se arrepiente. Oh, vaya. ¿Cómo podríamos denominar a esta clase de arrepentimiento que se produce después de haber sido uno descubierto? Yo lo llamaría arrepentimiento de circunstancias. Es decir, 'si me descubren, me arrepiento y si no, no'. He titulado la columna 'Modelos' porque el señor Millet es un modelo social. Hace apenas 10 años la Generalitat le concedió la Cruz de Sant Jordi por sus méritos en el plano cívico y cultural. Otro modelo social, admirado en su comunidad, es el señor Juan Enciso, alcalde de El Ejido (Almería) desde 1991. Populista y xenófobo, no se ha distinguido precisamente por sus formas exquisitas y su afable discreción, sino más bien por su estilo tosco y bravucón, un discurso duro contra los inmigrantes, y un carácter, al parecer, intratable y soberbio. Bien, pues acaba de ser detenido por (presuntamente, claro) malversar 150 millones de euros de las arcas públicas.150 millones de euros no se 'distraen' en cuatro días. Y cada día brotan nuevas especies. Son como setas. Sobre todo en el litoral mediterráneo. Hay una proliferación. Una plaga. Una increíble y triste y absolutamente indignante y abrumadora y vergonzosa, y definitivamente e insoportablemente desmoralizadora y repulsiva plaga nacional. Por favor, hagan algo.