Los implicados son «amigos» de Zapatero

Francisco Camps volvió ayer a las Cortes valencianas tras cuatro meses de silencio sobre el caso Gürtel. El president, que debía explicar las decenas de contratos de su Gobierno con las firmas de la trama corrupta, recurrió al ataque y aseguró que los implicados en Gürtel, «pretendidos amigos del PP, son en realidad amigos de La Moncloa», en clara referencia a los vínculos entre una asesora de Rodríguez Zapatero y el dueño de Teconsa, José Luis Martínez Parra.

«En La Moncloa se sientan con ellos, hablan directamente con ellos y además les han adjudicado obras a lo largo de este año», recordó, afirmando que no está pendiente de los periódicos y que todas las adjudicaciones de sus consejerías a empresas del grupo de Correa en los últimos años son totalmente legales. «Los contratos con las administración cumplen con todos los controles internos y externos y con las exigencias de la ley», apuntó. «Los funcionarios han avalado estos contratos».

Camps calificó de «inmorales» los intentos de las dos fiscales del caso de intentar extraer del sumario las grabaciones «claramente exculpatorias» para él mismo de uno de los imputados claves, Pablo Crespo. También arremetió contra el primer juez instructor, Baltasar Garzón, de quien recordó que se enfrenta a varias querellas por escuchas ilegales a los procesados.

El presidente, que insistió en que no hay pruebas de financiación ilegal de la formación en Valencia, se mostró seguro de que los socialistas están detrás de este campaña de desprestigio pero que «el caso Gürtel se llevará del Gobierno al PSOE» porque «la manipulación de todos los días ha llevado al pueblo español a decir basta».