El Gobierno negocia con los grupos de izquierda cambios menores en los Presupuestos de 2010El PNV quiere obligar al Gobierno a suprimir ministerios

El Gobierno y el grupo socialista negocian con la izquierda parlamentaria, en especial con IU y BNG, pequeños cambios en el proyecto de Presupuestos que el miércoles admitió a trámite el pleno del Congreso y que no sufrirá modificaciones sustanciales ni en su fase de enmiendas en la Cámara Baja ni en su posterior paso por el Senado. El Ejecutivo, gracias a la mayoría pactada con PNV y Coalición Canaria, tiene asegurada la aprobación definitiva de las cuentas públicas de 2010 en diciembre.

Los socialistas mantienen contactos con IU y el BNG para acercar posturas que den a los Presupuestos un tinte más progresista, que mejoren sus apoyos en el trámite de enmiendas -que comienza hoy- y que, si es posible, permitan que el día de la votación final los dos partidos cambien su 'no' inicial a las cuentas públicas al menos por una abstención.

Las conversaciones para consensuar cambios parciales se extenderán en las dos próximas semanas, el tiempo que los Presupuestos ya enmendados tardarán en volver al pleno para su remisión al Senado, a otros grupos como ERC y CiU, con quienes también los socialistas quieren pactar algunas modificaciones y limar en lo posible sus diferencias. El objetivo no es tanto modificar su actual postura de rechazo a las cuentas como mantener las buenas relaciones parlamentarias y sembrar para el futuro.

No obstante, el margen para la negociación en unos Presupuestos Generales muy restrictivos por la crisis es muy pequeño. Se trata de unos cientos de millones de euros que podrían estar destinados a mejorar algunas partidas o a sufragar otras nuevas y de los que ya hay que descontar una buena parte, la que pagará las enmiendas con aumentos de inversiones en Euskadi y Canarias pactadas con PNV y CC.

Mejoras posibles

Los cambios que se introduzcan en los próximos días en los Presupuestos pueden ir directamente incluidos en las enmiendas que hoy presentará el PSOE o se pactarán, después, en la Comisión de Presupuestos, con base en las modificaciones que registren los otros grupos.

Una de las mejoras en la que están interesados los grupos, la izquierda, CiU, PNV y CC, es en el aumento en varios cientos de millones de la partida de investigación e innovación (I+D+i), clave para la competitividad de la economía española, que en el proyecto inicial sufre un recorte interanual del 3%. También buscan, con la predisposición de los socialistas, un aumento de la financiación para las corporaciones locales y una mejora de fondos para la atención a la dependencia y otros gastos sociales (educación infantil o inmigración).

IU y el BNG creen que los socialistas también aceptarán alguna de sus reclamaciones en política fiscal. Entienden que las enmiendas que más posibilidades tienen de prosperar son las que mantendrían la ayuda de los 400 euros en la declaración de la renta a las familias con menores ingresos, la que aumentaría la presión tributaria sobre los extranjeros residentes con grandes ingresos, como los deportista de élite, o la que endurecerá los controles antifraude sobre las grandes sociedades de inversión, conocidas como Sicavs.

El PNV pretende convencer la próxima semana a la mayoría de los grupos del Congreso de comenzar a tramitar una ley que obligue al presidente del Gobierno a suprimir una de sus tres vicepresidencias y reducir los actuales 17 ministerios a un máximo de 14.

La reforma, que pretende cambiar lo dispuesto en el artículo primero de la ley de Organización, Competencia y Funcionamiento del Gobierno, que en su redacción actual no establece restricción alguna al presidente, se justifica como un gesto de «austeridad, ahorro y eficiencia» ante la grave crisis económica, en la que el Ejecutivo debe dar ejemplo de «sobriedad y rigor».

Los precedentes de votaciones similares en la Cámara Baja hacen pensar a los nacionalistas que el martes podrán derrotar al PSOE y conseguir que el pleno admita a trámite la proposición de ley. El PNV ya logró en abril pasado que el Congreso instase al Gobierno a reducir un ministerio en 2010, y ERC consiguió también en junio el apoyo del pleno para pedir al Ejecutivo que la supresión afectase a las carteras de Cultura, Vivienda e Igualdad.