El Gobierno adjudicó 45 millones a una firma del 'caso Gürtel' que pidió ayuda a Moncloa
Tres ministerios han contratado con Teconsa tras estallar el escándalo y pese a los problemas de solvencia de la constructora
MADRID Actualizado: GuardarEl Gobierno central ha adjudicado en lo que va de año más de 45 millones de euros en contratos a Teconsa, una de las constructoras investigadas en el 'caso Gürtel' por supuesto pago de comisiones. Y además, a sabiendas de que esta compañía aparecía en los atestados sobre la trama y que la firma -en suspensión de pagos desde septiembre- se encontraba en una situación económica delicada. Meses antes, y según aparece en el sumario, el dueño de la constructora había pedido ayuda a una asesora del presidentedel Gobierno para conseguir algún contrato público.
Ninguna otra administración, a excepción del Ayuntamiento de Madrid, ha contratado con Teconsa en 2009, una vez que afloró su vinculación a la red que dirigía Francisco Correa. El PP denunció ayer en las Cortes valencianas que el Ejecutivo de Zapatero, desde 2004, ha otorgado a esta constructora obras por unos 300 millones de euros. Tres ministerios han mantenido relaciones con la empresa bajo sospecha. Incluso en julio, cuando había trascendido que Teconsa aparecía en la contabilidad B de la trama. Los adjudicadores son Fomento, con dos contratos; Medio Ambiente, con otras dos licitaciones, e Industria, con una.
Todos estos concursos, según el PP, fueron firmados después de que el dueño de Teconsa, José Luis Martínez Parra, se entrevistara con Angélica Rubio, directora general de Coordinación Informativa de La Moncloa y estrecha colaboradora de Zapatero. El constructor, según revelan los 'pinchazos' policiales, aseguró a finales de 2008 que desde Ejecutivo central le iban a «echar una mano» tras su conversación con su «amiga».
Rubio, que niega haber intercedido a favor de Teconsa, sostiene que la cita fue de cortesía y que sólo hubo buenas palabras. La vicepresidenta primera afirmó el pasado viernes que tratar de vincular al Gobierno con empresas vinculadas a la trama tiene «escaso fundamento y nula credibilidad».
El contrato más jugoso para Teconsa en los últimos meses ha sido la adjudicación de un tramo de la Burgos-Aguilar de Campoo a su paso por Palencia. Esta empresa, en compañía de Obras Subterráneas, ganó el pasado 7 de mayo una licitación por 32,1 millones de euros, según la Dirección de Carreteras del Ministerio de Fomento.
Para el PP es especialmente sospechosa la adjudicación en exclusiva a Teconsa en marzo de la construcción de «dos edificios técnicos» en la Ciudad de la Energía de la localidad leonesa de Cubillos del Sil. El proyecto, según los populares, resultó ganador pese a ser el más caro de los seis finalistas. Teconsa firmó con Industria un contrato por 3,9 millones de euros.
El pasado julio, solo dos meses antes de acogerse al concurso de acreedores y en unión a otras dos empresas, se vio favorecida por otro contrato de Infraestructuras Ferroviarias, competencia de Fomento, por valor de 4,3 millones de euros para obras en el Corredor Norte-Noroeste de Alta Velocidad. Sin ayuda de otras empresas, la compañía se hizo en mayo con otro contrato de Medio Ambiente para la regeneración de la cuenca baja del río Odra, en Burgos, que ascendió a 1,7 millones de euros. Este Ministerio, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, dio en abril a Teconsa un proyecto de reparación de caminos, acequias y canales en Cáceres, por 2,7 millones.
300 millones
El PP calcula que desde que Zapatero gobierna Teconsa ha ganado cerca de 300 millones de euros en contratos con el Ejecutivo central. En 2006, según el partido opositor, contabilizó 78 millones de euros en contratos con el Gobierno. En 2007, ganó adjudicaciones por cerca de 135 millones. Ese importe cayó hasta los 30 millones en 2008, cuando Martínez Parra visitó La Moncloa.
Desde que estallara el caso Gürtel, sólo el Ayuntamiento de Madrid, además del Gobierno central, ha contratado con Teconsa. Lo ha hecho dos veces. Ganó en marzo sendos concursos de 4,2 millones para construir unas salas de ensayo y de algo menos de un millón para rehabilitar una fachada en un centro cultural.