Hirvonen y Loeb, dos favoritos para un título que se pone en juego en Cardiff

El finlandés Mikko Hirvonen (Ford Focus), líder del Mundial, y el francés Sébastien Loeb (Citroen C4), defensor del título que ha conquistado ya en cinco ocasiones, se juegan la corona a una sola carta el domingo en Cardiff, en un Rally de Gran Bretaña que cerrará la temporada y decidirá al campeón. Antes de la decimosegunda y última carrera, Hirvonen tiene un solo punto de ventaja sobre Loeb. Desde que Marcus Gronholm se retiró a finales de 2007, no había habido tanto suspense al final del campeonato, que esta vez acaba a finales de octubre en lugar de a principios de diciembre. Será sin duda el terreno ideal para que los dos rivales salden cuentas y para que Hirvonen confirme que ahora está en la misma categoría que Loeb.

El finlandés se impuso el Rally del RAC en 2007 y Loeb en 2008. El francés ha ganado seis pruebas en 2009 y el finlandés cuatro, pero Hirvonen ha coleccionado los podios, mientras que el gran favorito no ha dejado de acumular problemas. El espectáculo ha sido perfecto, con muchos sobresaltos y giros inesperados, y ahora todos los actores, incluidos los secundarios, están listos para el último acto. Petter Solberg, que pronto cumplirá 35 años, ganó cuatro veces el mítico RAC entre 2002 y 2005.

Dos pruebas especiales serán especialmente duras y los organizadores del rally británico las han colocado al comienzo de la decisiva carrera, cuando una espesa niebla envuelve a los bosques galeses y algunos pilotos aún no están del todo espabilados. Se trata de la especial Hafren (32,14 kilómetros), que se disputará este viernes, Rhondda (35,72 km) el sábado, en la penúltima jornada.

Puede que esos dos tramos cronometrados, los más largos del rally, permitan abrir grandes brechas, aunque horas más tarde todo puede cambiar en la segunda pasada. Si mañana por la noche no está el título decidido, se podrá resolver el domingo por la mañana, en las cuatro últimas especiales. Serán otros 80 kilómetros cronometrados para encumbrar a un campeón, entre el imperturbable finlandés y el francés perfeccionista.