Seguir aprendiendo

El partido del domingo pasado constituye un prueba de la sinceridad -y de la humildad- la con la que el entrenador y los integrantes de la plantilla amarilla repiten que están decididos a seguir aprendiendo. El fútbol -igual que la vida- es un recorrido por una senda inédita, cada partido presenta problemas diferentes que exigen imaginación para resolverlos de la manera adecuada; no sirven recetas previas ni fórmulas estereotipadas. Pero también es verdad que, cuando se ha desarrollado la capacidad de autocrítica, podemos identificar las carencias y corregir los defectos. Ésta es la explicación de esas notas que, como es sabido, toman los técnicos durante los partidos y ésa es la razón por la que visionan una y otra vez las grabaciones tras los encuentros. Lo importante, a nuestro juicio, es que todos -entrenador y jugadores- adopten la actitud de los aprendices que son conscientes de que siempre pueden -y deben- seguir creciendo. Simplificando mucho, podemos afirmar que Javi Gracia, en la confección de la alineación, como los futbolistas, en la elaboración de las jugadas, han de repasar sus decisiones con el fin de corregir los defectos y de aprovechar aún más las virtudes. Desde esta perspectiva no es exagerado declarar que todos los partidos son entrenamientos, ensayos generales para nuevas actuaciones. Creo que, si vuelven a visionar los partidos que el Cádiz ha jugado en esta temporada, y, sobre todo, si todos los protagonistas están dispuestos a reconocer los errores y a tratar de corregirlos, este equipo alcanzará con creces los modestos objetivos fijados al comienzo de esta temporada. En contra de la opinión de algunos críticos pesimistas, me atrevo a declarar que estos mimbres son suficientes para confeccionar el cesto proyectado. El próximo domingo tienen la oportunidad de confirmarlo.