EE UU e Israel prueban sus defensas ante los misiles iraníes
Los ejércitos norteamericano y hebreo desarrollan la mayor maniobra militar conjunta de la historia de ambos países
CORRESPONSAL. JERUSALÉNActualizado:Estados Unidos tiene un «compromiso inquebrantable» con la seguridad de Israel -palabra de Barack Obama-, y la mejor demostración fue ayer el inicio en las costas del Estado judío del mayor ejercicio militar conjunto desarrollado nunca por ambos países, denominado Juniper Cobra. Con la amenaza nuclear iraní de nuevo en lo más alto de la agenda internacional, las maniobras están orientadas a coordinar durante dos semanas los respectivos sistemas de defensa aérea antimisiles para poder hacer frente a un eventual ataque persa, incluso si se produjera orquestado con Siria, los cohetes de Gaza o con el Hezbolá libanés.
De la importancia que Washington ha dado a este ensayo da cuenta el hecho de que lo comanda el almirante Mark Fitzgerald, responsable de las Fuerzas Navales norteamericanas en Europa y África, que en 2001 fue encargado del despliegue del Grupo de Combate que abrió la operación Libertad Duradera contra Afganistán.
Bajo su mando, diecisiete fragatas y buques de la flota estadounidense se ocuparán de lanzar los misiles de fogueo que pondrán a prueba el sofisticado paraguas defensivo compuesto por la suma de los sistemas Thaad, Aegis y Patriot 3 americanos, además del Hawk y el mejorado Arrow 2 de los israelíes, que en abril demostraron con éxito su capacidad para neutralizar armas no convencionales.
Se activarán también las estaciones de radar Green Pine y Super Green Pine del país anfitrión, y junto a ellas, el secretísimo radar táctico de banda X que Estados Unidos instaló en el desierto hebreo hace un año, capaz de detectar un misil enemigo a 2.000 kilómetros prácticamente en el mismo momento de su lanzamiento.
Dos años de planificación
Si bien estas maniobras llegan apenas tres semanas después de que Irán probara su misil de 2.000 kilómetros de alcance Shahab-3 -presuntamente preparado para alcanzar Israel y para transportar cabezas nucleares-, Estados Unidos ha querido dejar claro que el ensayo lleva planeándose dos años.
«En el pasado, hemos realizado ejercicios similares con Israel, pero nunca con estas dimensiones. Éste es el mayor habido nunca entre ambos Ejércitos», declaró un oficial norteamericano desde el anonimato.
Para Tel Aviv, la ejecución de este simulacro es la tranquilizadora evidencia de que, a pesar de las diferencias políticas con Obama respecto a la ocupación y el proceso de paz, Israel es aún el indiscutible «gran aliado» de Washington en lo militar. «Si es necesario, en una situación de emergencia, los americanos vendrán aquí por sí mismos», se congratulaba un portavoz militar judío. Esta estrecha colaboración defensiva a ojos de todo el mundo, -Tel Aviv ha notificado las maniobras a todos los países vecinos-, cobra especial valor cuando Turquía, el Estado miembro de la OTAN más cercano y tradicional aliado estratégico en la región, negaba la pasada semana al Ejército judío la participación en unas maniobras conjuntas.