Conil busca sitio para su 'movida'

Por una vez, y sin que sirva de precedente, un Ayuntamiento hace algo tras pedirlo los vecinos. El de Conil, con Antonio Roldán (IU) a la cabeza, ha iniciado en firme la racionalización de la movida nocturna de esta población costera gaditana, que tenía un problema muy serio.

«En su día salimos a la calle más de 2.500 personas. Fue una pequeña victoria, pero no nos fiamos; no queremos un botellódromo en otro sitio». Son palabras de Antonio Muñoz, coordinador de la Asociación de Vecinos Casco Antiguo, una de las impulsoras de la protesta que movilizó en agosto a los conileños.

Aquella protesta casi espontánea hizo que el Consistorio agilizara algo que llevaban años pidiendo muchos vecinos, el derribo de las carpas de Los Bateles.

El mayor recinto de ocio de la provincia, que ha servido de «efecto llamada» durante años según la administración municipal, se había salido de madre. «Cada fin de semana había peleas, molestias, chicos orinando incluso dentro de algunos hoteles cercanos y destrozos», recuerda José María Carmona, de la AVV La Atalaya.

Pero en este caso la rabia no se acabó muerto el perro. Tanto vecinos como Ayuntamiento de Conil saben que en cuanto se aproxime el verano el problema volverá a dar la cara. Las partes implicadas en la movida nocturna (que incluye a empresarios de locales de copas y hoteleros), tratan de buscar una alternativa de consenso para ubicar el anunciado recinto de ocio que deberá sustituir a Los Bateles.

Ahí es donde viene el problema. A día de hoy hay hasta tres localizaciones sugeridas, y las que más posibilidades tienen a priori son El Polígono, entre la antigua N-340 y la nueva autovía a Vejer, y la zona cercana a Fuente del Gallo, en las inmediaciones de la piscina y el campo de fútbol municipal.

Ambas despiertan recelos. El PSOE ha presentado además otro proyecto paralelo al río, camino de la depuradora de Conil, que incluiría zonas ajardinadas y diversas actividades de ocio. pero el Ayuntamiento no ha decidido cuál será el botellódromo.

Sea cual sea, el cambio de sitio de la movida no tiene vuelta atrás; y es que el espacio que ocupaban las carpas de Los Bateles se convertirán en tres meses en una plaza pública gracias a 272.000 euros de obras que ya se ejecutan.