
Aguirre pelea por colocar al frente de Caja Madrid a su vicepresidente
La entidad ganó 622,3 millones de euros hasta septiembre, un 45% menos, pero rebajó la morosidad durante cuatro meses
MADRID Actualizado: GuardarLa guerra por el poder se recrudece en Caja Madrid. Ignacio González, número dos y hombre de plena confianza de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se perfila como favorito para sustituir a Miguel Blesa en un proceso que todavía puede tener largo recorrido, con parada en los tribunales, porque el Ayuntamiento que preside Alberto Ruiz Gallardón ha recurrido la nueva y reducida representación que le ha sido asignada en la nueva regulación madrileña de las cajas.
Pero la lista de aspirantes a tomar el relevo de Blesa con el apoyo del PP, la fuerza dominante en la comunidad, incluye otros nombres. Y no habría que descartar las posibilidades de éxito del ex vicepresidente económico Rodrigo Rato o del que fuera secretario de Estado de Economía Luis de Guindos si no fuera porque el presidente del PP, Mariano Rajoy, -que podría ser su valedor- «está ocupado en otras cuestiones y no le interesa abrir otro frente de batalla», explican en medios próximos a la dirección popular. Si Rajoy no lo impide, Esperanza Aguirre podrá contar con un incondicional aliado comprometido en la financiación de sus proyectos económicos. Blesa no lo fue, al menos en su última etapa.
El PP está dividido, y algo similar ocurre en otras fuerzas políticas y sociales con capacidad de influir en la designación de los órganos de gobierno de la caja. Así se explica que, ayer, tomara carta de naturaleza por unas horas la pareja De Guindos (por el PP) y Miguel Muñiz (por el PSOE) para gobernar la caja, resultado de un eventual pacto entre las dos fuerzas políticas.
La entidad de ahorro se esfuerza, mientras tanto, por desarrollar su trabajo al margen de la contienda política, y se prepara para un año 2010 que fuentes oficiales de la caja no dudan en calificar como «el más complicado y seguramente el peor» de la actual crisis.
Entre enero y septiembre, Caja Madrid ganó 622,3 millones de euros, un 45% menos que en el mismo periodo de 2008, y explica que ese descenso responde a la comparación de un año de fuertes plusvalías (los 483 millones obtenidos en el ejercicio anterior por la reordenación del negocio de seguros) con otro de 359 millones de dotaciones voluntarias.
En las cuentas de la caja destacan la contención del crédito, que apenas aumentó el 2,1% -con un desplome de un 15% en la financiación al consumo- y el aumento de los recursos de clientes en un 5,5%. Mejora la morosidad: con 7.653 millones de crédito dudoso, Caja Madrid presentaba a 30 de septiembre una tasa de mora del 5,38%. Un año antes era del 3,57%, pero el avance se ha detenido, y ya van cuatro meses de descenso. Los pronósticos iniciales de rozar el 7% a finales de año parecen quedar afortunadamente relegados.