Pie y medio en octavos del Sevilla tras arrasar en Stuttgart

Tras la tormenta llega la calma. En un día con inundaciones en toda España, Sevilla vio al equipo que la representa en la Champions sufrir en la gélida Stuttgart. Tras el vendaval mediático desatado por su victoria ante el Real Madrid, parece que el equipo de Manolo Jiménez se ha olvidado de jugar al buen fútbol. Se ha tranquilizado. O mejor dicho, se ha adormecido.

Ante los alemanes se vio al Sevilla de la Champions. Un equipo con dos caras. En ocasiones atacante y efectivo y otras veces sin energías y autómata. El club alemán salió como un ciclón a vencer y salir de la crisis de resultados. Con su entrenador, Markus Babel, camino del paro.

El ex barcelonista Hleb fue el mejor. Cosas de la vida. Parecía rejuvenecido y él solo controlaba todo el centro del campo alemán. Pero tuvo que ser Squillaci, quién sino, el que en un minuto se erigió como salvador con un cabezazo en jugada ensayada.

El tanto bajó de categoría el ciclón. Pasó de huracán a borrasca de verano. En la segunda parte, una contra perfecta de Perotti la finalizó Navas aprovechó un regalo de Lehmann. El francés redondeó su gran partido con un gran gol tras una falta botada por Drago. Sólo un golazo tras una falta desde 25 metros del brasileño Elson le dio algo de vida al encuentro.