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Ibrahimovic sufrió a los defensas rusos. / AFP
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El Barcelona se complica la vida y cae derrotado ante el ordenado Kazan

Con un fútbol lento y previsible, le faltó definición en los metros finales

PEDRO RÍOS
COLPISA. BARCELONAActualizado:

Cuando nadie se lo esperaba, el Barça ofreció su peor imagen europea y perdió en el Camp Nou ante el sorprendente Rubin Kazan ruso. Con un fútbol lento y sin suerte en el remate, el equipo de Guardiola cayó 1-2, un resultado que no es una tragedia porque el Inter tampoco pudo en Milán con el Dinamo de Kiev y hay máxima igualdad en el grupo: Rubin, Dinamo y Barça suman cuatro puntos, por sólo tres el Inter. Guardiola sólo hizo un cambio significativo respecto a los últimos partidos. Sentó al gran capitán, Puyol, para comenzar a dar minutos a Márquez tras su lesión. Lo que parecía una decisión anecdótica, posiblemente fue una circunstancia defensiva. El mexicano, falto de ritmo, no dio tranquilidad a la zaga, donde se echó de menos a un apaga incendios como Puyol.

Un gol tempranero

Un gol en frío de Ryazantsev condicionó totalmente el desarrollo del encuentro. Su zapatazo lejano, con los dos equipos colocándose todavía en el campo, entró en la escuadra de la portería de Valdés. Sólo habían transcurrido dos minutos y el Rubin Kazan, alabado por todos los analistas del fútbol internacional por su orden táctico y seguridad defensiva, se encontró con el escenario ideal. Se encerró atrás y salió bien a la contra con la calidad del Chori Domínguez, un argentino muy talentoso, y la velocidad del turco Karadeniz.

El Barça, muy lento en la circulación de balón, no dio sensación de superioridad, aunque tuvo sus ocasiones casi por inercia, gracias a la calidad individual de sus jugadores. El problema azulgrana fue que Ryzhikov se reveló como un gran portero capaz de desbaratar dos disparos de Ibrahimovic que ya entraban, un remate de cabeza de Pedro y un zurdazo de Messi, desdibujado.

Con el 0-1 y la sensación de que el Barça acabaría reaccionando se llegó al descanso. Y la segunda parte comenzó dando la razón a los optimistas. Gran servicio de Xavi, extraordinario control con el pecho de Ibrahimovic y remate potente, imparable. 1-1 en el minuto 47 y todo un mundo por delante para completar la remontada.

Pero el Rubin Kazan nunca se descompuso, cedió muy pocas oportunidades y aprovechó la ansiedad que tuvo el Barça, inconformista con el empate, para buscar una contra letal. Y la encontró con una combinación efectiva entre Domínguez y Karadeniz que resolvió el turco con claridad de ideas.

El equipo de Guardiola se lanzó a por el empate, pero el travesaño y el poste impidieron los goles en sendos remates de Ibrahimovic y Touré. No era la noche del Barça, que para colmo perdió por lesión a Alves al final.