Anda suelto satanás
Actualizado: GuardarLes prometía solución para sus problemas económicos, sentimentales, sexuales... Les prometía que con seiscientos euros podrían acabar con esa racha tan larga de mala suerte en la que se había convertido su vida, les prometía que en tres días pasarían de la muerte a la vida como si tal cosa... Hasta ahí, vale.
Se puede llegar a entender que haya incautos para todo, porque así ha ocurrido a lo largo de la historia cuando la desesperación humana se acuesta y se levanta en la misma cama que uno, y no hay que perder de vista que quien se agarra a un clavo ardiendo se puede agarrar a dos.
Pero cuando uno empieza a ver normal lo de los perros, los gatos, los pollos, cuando a uno le arrancan los pelos y ve al niño del demonio vestido con una capa negra como la cosa más normal del mundo, cuando a uno lo obligan a limpiar los baños o a encalar la salita y acepta, cuando uno es capaz de pagar tres mil euros por una supuesta misa satánica -en Chiclana, que es lo más fuerte del asunto- no es que esté desesperado, es que necesita algo más que una solución para problemas sentimentales o sexuales.
El hijo de Satán estaba aquí al lado y nosotros sin saberlo. Mucho menos sofisticado que un Mefistófeles de opereta, andaba por ahí sembrando el pánico sin que nadie se diera cuenta.
Es lo que tienen las crisis, que provocan reacciones de lo más inesperadas y esperpénticas. Menos mal que los de la misa en latín por lo menos han avisado del día y de la hora. Así, luego nadie puede llamarse a engaño.