La ONU hace oficial el pucherazo
La anulación de votos en dos centenares de colegios hacen que Karzai pierda su mayoría absoluta y obliga a celebrar una segunda vuelta en Afganistán
ENVIADO ESPECIAL. KABULActualizado:Hamed Karzai ha perdido la mayoría absoluta y será necesaria una segunda vuelta para elegir al próximo presidente de Afganistán. En silencio, a través de Internet, la Comisión Electoral de Quejas (CEQ) hizo público ayer su informe final sobre el fraude en las elecciones y la auditoría de este organismo, respaldado por la ONU, reduce el apoyo de Karzai de un 54,6% a un 48,3%, porcentaje que obligaría a recurrir de nuevo a las urnas junto al segundo candidato más votado, Abdalá Abdálá.
Las órdenes de la CEQ son de obligado cumplimiento, pero la responsable de comunicar la decisión final es la Comisión Electoral Independiente (CEI), que en un plazo de 48 horas dará a conocer el resultado tras aplicar el coeficiente de fraude al que ha llegado la Comisión de Quejas. Tras casi dos meses de investigaciones, la conclusión es que «el pucherazo es claro». De los 350 colegios electorales analizados como muestra, 210 han sido anulados, lo que resta a Karzai cientos de miles de votos.
La no victoria de Karzai en primera vuelta era un secreto a voces desde hace varias jornadas, pero aún falta la confirmación oficial por parte de la Comisión Electoral Independiente, un organismo muy próximo al presidente, lo que ha originado dudas sobre su comportamiento. «De momento no hay nada oficial. Sólo se ha dicho que un número de votos debería ser descontado», declaró a los medios locales Moen Marastial, portavoz de la campaña de Karzai, quien dejó muy claro que «sólo aceptaremos los resultados de la CEI».
«Karzai podría negarse a aceptar el informe e incluso recurrir al Tribunal Supremo, lo que dilataría meses el proceso», aseguran fuentes diplomáticas consultadas, que hacen hincapié en la cerrazón del presidente a la hora de reconocer el fraude y la necesidad de una segunda vuelta. El mismo temor era compartido por la candidatura de Abdalá Abdalá. Uno de sus portavoces declaró a la agencia Pajhwok que apreciaban «lo que muestra el informe» y esperaban «que Karzai lo respete».
Incremento insurgente
La incertidumbre política mantiene paralizada a la Administración de un país que ha visto cómo en los últimos dos meses la insurgencia se ha hecho fuerte en lugares donde antes casi no operaba.
Para el analista Waheed Mujhda, «se trata de un tema más personal que otra cosa. Karzai mira por su propia persona y no por el pueblo afgano. Es una cuestión de honor y parece complicado que dé el brazo a torcer. Los grandes ganadores del proceso son los talibanes. Cuanto más se desgasta el sistema, más legitimidad alcanzan en su lucha».
El mundo mira a Kabul, pero el interés internacional que suscita el proceso tiene poco que ver con la indiferencia en las calles. Hasta la capital afgana se han acercado los últimos días el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, el senador estadounidense John Kerry o el ex embajador americano en Irak y Afganistán, Zalmay Khalilzad. Fuentes diplomáticas consultadas aseguran que el primer objetivo de la diplomacia era lograr que los candidatos aceptaran el informe de la Comisión de Quejas.
A partir de ese punto, los intereses de la comunidad internacional se centraban en la posibilidad de un acuerdo entre los dos principales candidatos para acabar con la crisis abierta por el proceso electoral, un acuerdo que de momento no es aceptado ni por Karzai ni por Abdalá Abdalá.