El inspector que investigó el chivatazo acusa a la Fiscalía de omitir información relevante
El mando policial afirma que se encontraba con Marlaska en el momento de la supuesta delación del 'caso Faisán'
MADRIDActualizado:El inspector de Policía que dirigió al equipo que investigó el caso del chivatazo se ha defendido de las acusaciones que le sitúan como hipotético autor de la delación a Joseba Elosúa, dueño del bar Faisán donde se entregaban los pagos del llamado impuesto revolucionario de ETA. El responsable policial asegura que en el momento de los hechos, el 4 de mayo de 2006, él se encontraba reunido con el juez de instrucción de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska, quien dirigía la operación contra ese aparato de financiación.
El inspector agradece a sus compañeros, así como a los jueces Grande-Marlaska y Baltasar Garzón, su comportamiento en el caso mientras que acusa al fiscal encargado del caso de no haber reunido nunca al equipo investigador y de omitir en el informe en el que el Ministerio Público solicitó el archivo de la causa informaciones «relevantes sobre las que no dice nada». También censura el comportamiento de los sindicatos, a los que acusa de defender a los tres imputados por motivos corporativos y de llevar a cabo un «linchamiento público» contra los miembros del equipo de investigación.
«A la hora en que se produjo la delación yo me hallaba precisamente junto a dos inspectores de mi sección, sentado frente a usted (el juez Marlaska) en su despacho del juzgado repasando las últimas novedades operativas de la tarde anterior», agrega el inspector por medio de un documento firmado ante notario y difundido a los medios de comunicación. Este policía añade en su defensa que la misma tarde del 4 de mayo de 2006 en la que ocurrieron los hechos estuvo «codo con codo» junto al juez «haciendo lo imposible para que la Policía francesa detuviera a Elosúa y a CAU en Bayona».
«Gestiones tanto del juez como mías que sorprendentemente no fructificaron y que provocaron una tensa discusión con los franceses -que integraban el Equipo Conjunto de Investigación hispano francés-», explica el inspector, que llega a admitir que fue llamado al orden por sus superiores «por poner en peligro la relaciones bilaterales». En su declaración, el inspector policial muestra su sorpresa porque «sólo unos meses después de que se conformase el equipo hispano francés que investigaría el aparato de extorsión de ETA dos policías, de forma canallesca y servil, colaborarían con los terroristas para reventar una operación que se venía investigando desde 2004 por mi sección y que iba a culminar ese día pillándoles con las manos en la masa después de tantos meses de esfuerzo y dedicación».
Tras conocer las declaraciones del inpector, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) propuso ayer la celebración de careos entre los miembros del equipo policial que investigó el caso Faisán, los mandos policiales y las autoridades judiciales implicadas -en alusión al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, que lo instruyó en ausencia de Baltasar Garzón-, «pues existen zonas oscuras sobre el comportamiento de algunos de ellos» el día del aviso a Joseba Elosúa, dueño del bar Faisán, donde presuntamente se entregaban los pagos del llamado impuesto revolucionario de ETA, señala en un comunicado. Según el SUP, «ahora con más razón que nunca, no procede cerrar ese caso sin agotar todas las vías de investigación».