Don Antonio: el duende que esperaba Chapín

«Estas son las cosas que sólo puede hacer El Cuqui». Aythami bromeaba después del partido, pero al canario no le faltaba razón. Las genialidades de Antonio Ramiro Pérez, Antoñito, ya se han convertido en una tradición en Chapín. Capaz de desarbolar a una defensa con un sutil toque de gracia, una publicación nacional recordaba ayer cómo el Romario del Polígono llegó al fútbol de manera casual «al jugar un partido de fútbol sala ante dos ex jugadores del Sevilla». La fortuna y el duende merodean en la vida de un jugador llamado a ser necesario en Xerez y al que Chapín echaba de menos.

De ahí la reacción del 8 del Xerez al lograr el segundo y definitivo tanto del domingo ante el Villarreal: «Está claro que uno siempre intenta celebrar los goles de alguna forma especial, y la única manera era esa porque sé que todo el mundo espera mucho de mí». Conocidas son sus declaraciones pidiendo el protagonismo necesario de este genio que recordó el domingo lo que era marcar en Primera División, un gol importante que supuso «un triunfo que nos da mucha confianza. Hemos recuperado parte de la moral que habíamos perdido en el inicio de la temporada por los malos resultados». Y es que el equipo tenía «un lastre encima», después de seis jornadas sin ganar, un peso que se convierte en «ilusión» y que sirve para que el plantel se dé cuenta «de que este es el camino ya que el grupo se lo merece después de todo lo que hemos pasado».

«Trabajar duro»

Antonio sabe que, pese a que el Xerez se mantenga a un punto de salir de los puestos de descenso, sigue siendo la Cenicienta de Primera, por lo que aclara que «hay que seguir trabajando. Esto va a ser muy duro porque aquí no gana nadie de calle». «Quedan muchas victorias por delante», comenta el sevillano, que se quita protagonismo y a la vez presiona a sus compañeros: «Todos tenemos que ser importantes en este Xerez».

Todos importantes para un año que va a ser «jodido», aunque Antonio lo sabe y por eso apuesta por ir «domingo a domingo, partido a partido ante cualquier rival y sacar el máximo de puntos posibles».

Pero para eso el atacante hispalense pide un apoyo que «nos ha dado muchos éxitos en los últimos años». Antoñito reivindica «desde aquí y desde cualquier sitio que la afición debe tener paciencia con nosotros». Ya se sabe, «un año jodido», por lo que la marea azulina «tiene que ir a muerte con la plantilla, ya que es la única manera de sacar esto adelante». Se refiere el goleador del Xerez a las protestas de la afición en algunos momentos del partido del domingo: «Hay que manifestarse cuando el partido termina, ya que durante los 90 minutos tienen que estar a muerte con nosotros. Ha sido el binomio durante mucho tiempo y sus éxitos ha dado. Entre todos tenemos que ser una piña. Si este equipo consigue las cosas es gracias al apoyo que recibe de la afición».

Reivindicándose

Más maduro y humilde que nunca, el azulino reconoce que la situación que atraviesa «es difícil», ya que «cuando uno no puede disfrutar de minutos es complicado meterte en el grupo». Sin embargo, después de lograr un gol que ha dado la vuelta a España, el sevillano está «muy contento», más que nada «porque participé en la consecución de los tres puntos». Eso sí, aclara que «por encima de mí, me alegro mucho por todo el equipo y por la familia, porque no lo hemos pasado nada bien».

Recuerdos para un grupo que ha pasado por mucho, desde la salvación de 2008 al ascenso del 13 de junio. «Somos los mismos», comenta el jugador. Un grupo clave en el futuro deportivo del Xerez, apunta Antoñito al comentar que «es muy importante que los jugadores que llevamos tiempo aquí sepamos que la Primera División es muy difícil». Difícil, es está claro, pero que ya sabe cómo se las gasta El Cuqui cuando quiere recuperar el protagonismo en Chapín.