Un jardín ilegal a la vista
Descubren en La Línea una plantación de 10 plantas de marihuana de más de tres metros que asomaban hacia la calle. La Policía detiene a los tres cultivadores
CÁDIZActualizado:Era evidente que en aquella casa cultivaban cannabis: el ajetreo de jóvenes que entraban y salían no pasaba desapercibido a los vecinos; el olor de las plantas era cada vez más intenso en esta época del año, cuando los cogollos están listos para la recolección. Pero lo que más llamaba la atención era cómo las características hojas estrelladas de la marihuana se asomaban a la calle, sobresaliendo por encima del muro del patio donde estaban plantados, a la vista de quien pasara.
Los vecinos de La Colonia habían denunciado ya varias veces sus sospechas acerca de un posible trapicheo de drogas en aquel adosado de la calle Cardenal Cisneros, de la Línea. Pero, hasta ahora, la Policía no había logrado evidencias suficientes para intervenir en la vivienda.
La semana pasada, en cambio, los agentes del Grupo Udyco II de la comisaría linense pusieron fin al llamativo cultivo, en el que hallaron hasta 10 ejemplares de un tamaño poco común: algunos superaban los tres metros de altura y en total han dado un peso de 65 kilos de hojas y cogollos -sin tronco- de cannabis, valorados en el mercado en unos 49.000 euros.
La cantidad se corresponde con las incautadas en los últimos meses en las numerosas plantaciones caseras que han proliferado en la provincia, ajenas a redes de narcotráfico. Aunque, según fuentes de la Policía, la envergadura de los ejemplares y el trajín de personas levantó una creciente alarma social entre los vecinos de la zona.
Los responsables del cultivo son tres jóvenes: un joven de 18 años, su primo de 22 años y la pareja de éste, de 19 años, que fueron detenidos en la tarde del pasado día 15 de octubre -cuando culminó la operación- y que tras haber declarado ante el juez de instrucción, fueron puestos en libertad con cargos por un delito contra la salud pública.
Un invernadero
Ninguno de los tres contaba, hasta ahora, con cargos ni detenciones anteriores. Lo que hace pensar que se dedicaban al negocio desde hacía poco tiempo, en esta casa familiar que habían convertido en un auténtico invernadero, con potentes focos halógenos. Disimular las plantas con mallas de color verde, con el que las ocultaban de la vista a quienes entraban en la casa. Incluso elevaron la altura del muro que daba a la calle. Pero las plantas lo llegaron a superar.