«Alto riesgo» Gobierno de España
Actualizado:El informe del departamento de Economía de la Comisión Europea, de la que es Comisario Joaquín Almunia, ha calificado las cuentas públicas españolas como de «alto riesgo». En el mismo se explicita que «existirán graves dificultades en un futuro no muy lejano para las pensiones o asegurar el sistema público sanitario, en una situación que superará muy de lejos los efectos de la crisis actual». Hace poco la UE nos recomendaba la imperiosa necesidad de acometer reformas económicas, financieras y laborales ante el deterioro económico que viene sufriendo España desde hace ya casi dos años. También nos exigía austeridad, racionalidad y control del gasto público ante lo acontecido con los P.G.E. del año 2009 y los que se acaban de presentar ahora para 2010, ya que ambos conculcan el «Pacto de la estabilidad y de crecimiento» que es un acuerdo de los Estados miembro de la U.E. en relación con su política fiscal, siendo su objetivo básico el de facilitar y mantener la Unión económica y monetaria. Ahora y ante la gravísima situación en la que nos encontramos nos recuerda que España ha acumulado deuda pública alrededor del 51% del PIB, que llegará con creces al 62% en 2010. Ello significará sobrepasar los límites exigidos para la entrada en el euro. A colación con la deuda pública española, la Universidad de Harvard a través de Kenneth Rogoff, advierte que en el año 2020 la cifra a la que ascenderá equivaldrá al 110% del PIB, admitiendo incluso un cierto grado de consolidación fiscal, lo que a fecha de hoy es mucho suponer.
Todas las instituciones de cierto prestigio en materia económica vienen dando su opinión sobre el gran desaguisado que es la economía española. La OCDE, el FMI, el BCE, entre otros muchos, coinciden en el análisis de situación y en las medidas a aplicar de forma inmediata y más a largo plazo, como ineludibles para remontar. Ahora le toca el turno a los más prestigiosos institutos económicos germanos, que alertan del desastroso estado de la economía española. Sintetizan la situación de la siguiente manera: «paro masivo, grave pérdida de poder adquisitivo y un año más de momento de decrecimiento económico». La situación descrita se agrava en el caso español por «los hábitos e impulsos político-económicos adquiridos durante la situación de bonanza». Termina el informe analizando las medidas anticrisis puestas en marcha por el gobierno, recalcando que, «en su mayoría no están orientada a la producción, sino al subsidio», alertando sobre «el efecto multiplicador sobre la deuda que éste puede tener». A modo de ejemplo, la proyección de la cuantificación de todas las prestaciones y subsidios por desempleo existentes a final del presente ejercicio económico, supondrán unas necesidades de financiación para los tres ejercicios venideros equivalentes a los Presupuestos del Estado para todo un ejercicio.
Ante lo descrito que sólo es producto de la evidencia, la pregunta que procede es ¿por qué? La única respuesta es que todos han mirado para otro lado en épocas de vacas gordas, de abundancia y ahora estamos en plena recolección de los que hemos sembrado, ni más ni menos. Lo más acuciante para deshacer la tendencia del desempleo, debiera ser invertir la ecuación costes laborales-productividad del factor trabajo, a la vez que hay que disponer de los medios para racionalizar y hacer eficiente la estructura de costes de las empresas, posibilitando el incremento de su competitividad. Por último, la inflexión del ciclo económico no requiere más impuestos, sino menos gasto público.