La madre de Palomino considera como «buena sentencia» la condena al asesino de su hijo
Reconoce que, aunque no se le haya impuesto una pena de 37 años de cárcel, como la acusación particular solicitaba, se da por "satisfecha"
MADRID Actualizado: GuardarLa madre de Carlos Palomino, el joven asesinado en la estación de metro de Legazpi por el ex militar Josué Estébanez el pasado 11 de noviembre de 2007, María Victoria Muñoz, ha considerado como una "buena sentencia" el fallo de la Audiencia Provincial de Madrid que ha condenado a 26 años de prisión al agresor y acredita el agravante ideológico.
La madre de Palomino reconoce que, aunque no se le haya impuesto una pena de 37 años de cárcel, como la acusación particular solicitaba, se da por "satisfecha" ya que a Estébanez se le ha considerado culpable y como un "asesino" gracias a que ha quedado acreditado el agravante del artículo 22.4 del Código Penal en relación a la discriminación por motivos ideológicos.
"Mi preocupación era que los años a los que le condenasen los cumpliera íntegros. Me tengo que dar por contenta, no quiero recurrir", apuntó. Con este fallo, la madre de Palomino consideró que ha "cerrado un ciclo" de la historia de su hijo y ha conseguido "cumplir la promesa" que le hizo en su momento de darle "Justicia".
No cumple "todas las expectativas"
Por su parte, el abogado de la familia de Palomino, Erlantz Ibarrondo, indicó que recoge la sentencia "con moderada satisfacción" porque no cumple "todas las expectativas" que manifestaron en el escrito de la acusación particular pero sí queda acreditada el agravante del artículo 22.4 del Código Penal en relación a la discriminación por motivos ideológicos, base "fundamental" de su escrito.
La Fiscalía de Madrid solicitaba 30 años de cárcel por el delito de asesinato, con la agravante de odio ideológico. Según la fiscal, Josué Estébanez, controló la situación puesto que preparó y ocultó tras su espalda el arma homicida antes de que el grupo de Palomino entrara en el vagón de metro donde se cometieron los hechos.
En la sentencia, la Sala rechaza que Josué actuara en legítima defensa y concluye que la muerte de Carlos fue consecuencia directa de la agresión del acusado, realizada de forma plenamente voluntaria y con la consciencia, no sólo probable, sino absoluta de acabar con su vida. Añade que Josué ocultó la navaja cuando se encontraba en el interior del metro, a la espera de atacar con cualquier excusa a cualesquiera de las personas que por su estética consideraba antifascistas.