El Fiscal Antimafia italiano reconoce que hubo contactos entre el Estado y Cosa Nostra
Piero Grasso asegura que las negociaciones salvaron la vida de "muchos políticos"
ROMA Actualizado: GuardarEl Fiscal Antimafia italiano, Piero Grasso, reconoce que existieron contactos entre el Estado y la Mafia a principios de los años noventa. En una entrevista con el espacio informativo TG3 emitido por la televisión pública italiana RAI, Grasso apunta a que "era un momento terrible. Era necesario acabar con la ola de atentados que comenzaron con el asesinato de (Giovanni) Falcone", en alusión al asesinato del juez antimafia el 23 de mayo de 1992.
"Los contactos tenían que servir para acabar con esa oleada de atentados y para encontrar interlocutores creíbles", agrega el Fiscal. Preguntado sobre si considera normal que el Estado negocie con Cosa Nostra, la mafia siciliana, en circunstancias particulares, Grasso responde: "El problema es no reconocer a Cosa Nostra un rol suficiente como para negocia con el Estado. Pero no hay duda de que este primer contacto creó expectativas que llevaron a ulteriores consecuencias".
En su intervención, el Fiscal señala además que la organización criminal comprendió, tras el asesinato de Falcone, que llevar a cabo el atentado contra su colega, el juez antimafia Paolo Borsellino podía servir para acelerar las negociaciones con los representantes de las instituciones. Borsellino fue asesinado junto a sus cinco escoltas el 19 de julio de 1992 en Palermo, la capital siciliana.
Respuesta a los atentados de 1992
Las declaraciones de Grasso llegan después de que el 15 de octubre los medios de comunicación italianos publicaran fotos de un documento que supuestamente prueba esas negociaciones entre el Estado y la Mafia. Se trata de varios folios que estaban en posesión de Massimo Ciancimino, hijo del fallecido y condenado alcalde democristiano mafioso de Palermo Vito Ciancimino, y que éste entregó a la Fiscalía de Palermo, que investiga las supuestas negociaciones y el atentado que costó la vida a Borsellino.
En los folios facilitados por Massimo Ciancimino, se establecen doce peticiones que los mafiosos hicieron al Estado para cesar en sus ataques y llegar a una tregua. Asimismo, hay otro papel escrito por Vito Ciancimino en el que éste precisa y hace otras propuestas al Estado y que entregó, según los medios, al por entonces director del Grupo Operativo Especial (ROS), que se ocupa de investigar la mafia y el terrorismo, el coronel Mario Mori. Massimo Ciancimino aseguró recientemente que esos folios atestiguan que el por entonces padrino de la mafia, Salvatore "Totó" Riina, pidió al Estado negociar y que probarían que el asesinato de Borsellino está relacionado con esa supuesta "negociación.
Los atentados comenzaron en marzo de 1992, cuando la mafia mató al eurodiputado democristiano Salvo Lima, el jefe en Sicilia de la corriente democristiana que lideraba el siete veces ex primer ministro Giulio Andreotti. El Gobierno endureció las penas de cárcel a los mafiosos y Cosa Nostra respondió con el asesinato de Falcone y de Borsellino, así como con atentados en Florencia, Roma, y Milán.
Contradicciones
Grasso indicó que tras el arresto de Ciancimino y de Riina, "las masacres tomaron otro camino, pero continuaron", y agregó que él considera "que hay un único hilo que relaciona las matanzas iniciales, como el homicidio de Lima, con el resto". Por otro lado, en una entrevista publicada por el diario La Stampa, asegura que las negociaciones entre el Estado y la Mafia salvaron la vida de "muchos políticos". Grasso habla además de la existencia de un documento de peticiones de los mafiosos, anterior al hecho público por Ciancimino, en el que se pedía la cancelación de la condena a cadena perpetua de varios jefes mafioso de entonces.
El líder del partido opositor Italia de los Valores (IDV), Antonio Di Pietro, por su parte, se muestra contrariado por las declaraciones de Grasso. "Tiene que decir los nombres de quien gestionó" la situación afirma para añadir que debía "decir qué políticos se salvaron y por qué la mafia quería asesinarles. ¿Qué habían prometido esos políticos? ¿Qué obtuvieron?".