Pendientes de las baterías y los cañones del puente Zuazo

Las obras para enlazar San Fernando con la vecina localidad de Chiclana van a buen ritmo y los tramos paralelos a la CA-33 están muy avanzados aunque existen algunas dificultades que se deben solventar. En primer lugar la construcción de un nuevo puente por el que transcurrirá el tranvía y los coches aliviando el tránsito del puente Zuazo, que se convertirá en peatonal.

De hecho existe un proyecto para la recuperación del Sitio Histórico que espera que se licite en las próximas semanas para que pueda llegar a tiempo a la conmemoración del tranvía. Precisamente una de las fortificaciones que se pretenden ensalzar de cara al 2010, la de Alburquerque, ha paralizado los trabajos en la zona, ya que el trazado del nuevo medio de transportes transcurre justo por encima de esta fortificación.

En el proyecto del tranvía se recoge el soterramiento de tal edificación, algo que ha sido descartado por parte municipal por chocar con la intención de recuperar las fortificaciones anexas al puente Zuazo por su importancia histórica.

Una relevancia que se constató en los trabajos que se realizan para la construcción del nuevo puente en donde las máquinas encontraron una quincena de cañones. Cultura, Obras Públicas y el Ayuntamiento están manteniendo reuniones para intentar desbloquear este asunto y que el hallazgo no suponga un nuevo parón en los trabajos.

En Venta de Vargas la desviación del tráfico era una de las principales preocupaciones. Para paliar el problema se ha creado una nueva glorieta que en los próximos días adquirirá mayor tamaño y se trasladará a su ubicación definitiva. Al tiempo se ejecutarán dos carriles continuos, con lo que habrá un total de tres de circulación en servicio, de los cuales uno servirá para acceder directamente a la zona de La Magdalena.

Además se suprimirá así una considerable cantidad de vehículos que acceden a diario al entorno de Venta de Vargas.