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Muchos medios daban por ganadora a Ángeles Caso antes de la gala. / EFE
Sociedad

El año que la Wiki se adelantó al jurado

¿Deducción lógica, filtración interesada, pura suerte? La edición 2009 del Premio Planeta será recordada porque la red anunció a la ganadora Ángeles Caso a las cinco de la tarde

DANIEL PÉREZ
CADIZActualizado:

Elemental, querido Watson. Primera pista: hace un mes Ángeles Caso adelantó en un encuentro digital que su próxima novela trataría de las complejas peripecias de una emigrante de Cabo Verde que intenta abrise camino en España. Segunda pista: el dossier de prensa facilitado por la organización del Premio Planeta reseñaba que uno de los diez títulos que habían pasado las últimas cribas desarrollaba una historia muy similar. Argumentos a favor: caso fue finalista hace 15 años. En 2000 logró el Fernando Lara con Un largo silencio. Es una mujer de la casa. Si volvía a presentarse, obviamente, era para llevarse los 600.000 euros. Argumentos en contra: ninguno. Conclusión: Ángeles Caso, Premio Planeta 2009.

El primero en anunciarlo, a pecho descubierto y sin riesgo alguno de piscinazo, fue su paisano Tino Pertierra. La Nueva España amaneció el mismo día del fallo con un titular así de contundente: «Ángeles Caso, emperatriz del Planeta. La escritora se alzará esta noche con el premio con una novela sobre una joven de Cabo Verde que emigra a Europa». Ni posible, ni se postula, ni firme candidata. Sólo hechos consumados. Una predicción en toda regla.

Después, algún avispado wikiadicto decidió incluir el galardón en la lista de méritos de Caso a las cinco de la tarde. La broma cobró vuelo y antes de que empezara la cena planetaria, LA VOZ ya recogía el anuncio de la Wiki. «Eso no significa que el premio esté pactado de antemano», defendía alguien en la sala de prensa. «Sólo significa que un periodista bien documentado ha sabido atar los cabos necesarios para acertar en el centro de la diana».

Tres cuartos de lo mismo con el finalista. Suena, tras el almuerzo, que será un autor joven, andaluz y semidesconocido en la primera división de las letras españolas. Alguien pica el listado de argumentos finalistas en Google, y et voilá: Emilio Calderón cumple todos los requisitos y, además, habló también a la prensa, hace unos meses, de que posiblemente su próxima novela estuviera ambientada en la India. Argumentos a favor: el pasado año ganó el Fernando Lara con El judío de Shangai, una novela histórica que, al menos a nivel comercial, no fue tan bien como se esperaba. Planeta (dicen los que saben de esto), es muy de relanzar a los autores en los que confía. Y el buen funcionamiento de la novela finalista de su premio estrella bien podría darle un empujoncito a la anterior. Calderón, por lo demás, es un autor con tablas, mañoso y muy ameno, con visos de acabar firmando pronto un best seller. Argumentos en contra: ninguno. Conclusión: Emilio Calderón, Finalista del Planeta 2009.

Falso directo

El ceremonial de descartes de títulos que se desarrolla durante la cena no es más que una representación. Vale. Lo sabe hasta el conserje del hotel en el que se aloja la troupe de periodistas e invitados. Forma parte del porcentaje de espectáculo (alto) que necesita el asunto. Pero eso tampoco tiene por qué implicar, según las almas cándidas que disfrutan del show, que la decisión del jurado no sea total y absolutamente libre. Aunque se alteren los tiempos. Es decir, las votaciones se realizan por la tarde y el falso directo por la noche. Nada ilegal. Nada inmoral. Sólo un recurso práctico y aceptado.

Mención aparte merecen las divertidas quinielas del día anterior, que suelen abarcar algunos nombres propios (Lindo es fija, todos los años, haga lo que haga, diga lo que diga, como Javier Sierra), pero también algunos personajes insólitos (Urdaci, Risto Mejide). La inclusión en esa vorágine de especulaciones de un par de rarezas mediáticas por año puede tener una explicación mas prosáica de lo que parece. Algunas malas lenguas dicen que dos o tres periodistas, amantes del cachondeo, sueltan un bulo cada vez más increíble sin otro interés que ver cómo el rumor corre y corre y acaba copando titulares. Venden una moto exagerada y el resto de la tribu, que tampoco se toma el tema muy serio, se la compra.

Este año, hasta el finalista entró al trapo en el turno de agradecimientos. «Bueno, como véis, no soy Risto Mejide». Y Ángeles Caso apuntilló: «Por suerte».

«Para 2010, ya hay terna de favoritos», bromeaba en la cena un crítico andaluz: «Lindo, Sierra, y María del Monte». No se rían. Visto lo visto, todo es posible.