Sociedad

Multitudinaria marcha contra el aborto en Madrid

Los organizadores cifran en más de un millón el seguimiento de la manifestación bajo el lema «Cada vida importa»

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Decenas de miles de personas desfilaron durante la tarde de ayer por las avenidas más céntricas de Madrid para expresar su rechazo a la reforma de la ley del aborto impulsada por el Gobierno socialista y que actualmente se encuentra en fase de trámite en el Congreso de los Diputados. La manifestación estuvo convocada por 42 organizaciones sociales antiabortistas, pro vida y defensoras de la familia tradicional, que intentaron, desde el inicio de los preparativos, que la protesta se convirtiera en una expresión de la sociedad civil contra la nueva ley, por lo que ningún partido político figuraba como promotor.

El corazón de Madrid acogió una colorista marea humana en la que participaron, según las organizaciones convocantes, entre un millón y medio y dos millones de personas en «la mayor concentración en la historia en contra del aborto». Por su parte, la Comunidad de Madrid (gobernada por el PP) cifró la asistencia en 1,2 millones. La Delegación del Gobierno de Madrid, dependiente del Ministerio del Interior, eludió ayer facilitar cifra alguna, aunque fuentes policiales consultadas por EFE cifraron la asistencia en 250.000 personas.

La manifestación, que discurrió sin incidentes y en un tono lúdico, estuvo salpicada de banderas y banderolas de colores con anagramas a favor de la vida, pancartas contra el aborto y en apoyo a la mujer, camisetas, globos y pelotas ligeras. La cabeza de la marcha estuvo encabezada por dos grandes pancartas de 15 metros. Una de ellas, con el lema central del acto de protesta: «Cada vida importa. Por la vida, la mujer y la maternidad», portada por los representantes de algunas de las organizaciones convocantes.

La segunda cabecera, situada a unos 50 metros, tenía como lema «Mujeres contra el aborto» y era portada por las fundadoras de esta plataforma: las periodistas Cristina López Schlichting, Isabel San Sebastián, Isabel Durán, María Pelayo, María López, Covadonga O'Shea, Minerva Piquero y Cuca García de Vinuesa, además de por la notaria Isabel Estapé, la escritora María Vallejo-Nájera, la cantante María Ostiz y la representante de Red Madre, Esperanza Puente. La manifestación, con la que se pretendió erigir a Madrid en la «capital mundial de la vida», como rezaba uno de sus eslóganes, fue un clamor multitudinario y lúdico contra la ampliación de la legislación del aborto.

Cuando la cabecera de la marcha enfiló la calle de Alcalá, los detractores del texto agitaron cientos de globos mientras coreaban consignas como «con la vida tiras p'alante, el aborto tira p'atrás», «la primera ley de todas es el derecho a vivir», «sí a la vida, aborto no» y cánticos como «por la vida, oé, oé» y «cómo puede ser que un ser humano no pueda nacer». Se veían carteles con lemas como «paremos el holocausto del siglo XXI» y «el aborto es una guerra en el seno de una madre y de toda la Humanidad».

Otros carteles rezaban: «Pezqueñines sí, gracias» y, bajo la foto de un feto sin vida, «pequeñines no, gracias».

Una riada humana

La riada humana, en medio de una calurosa tarde otoñal, exigió la dimisión de Zapatero en varios momentos del trayecto. En la caminata se repitieron varios lemas, como «Zapatero, aborta tú primero», «mira, Aído, aborto genocidio», «De la Vega, con la vida no se juega» o «qué barbaridad, se otorgan derechos para asesinar».

El ambiente festivo de la marcha se evidenció en un momento del recorrido, cuando se desplegó una inmensa pancarta con el lema central de la manifestación, «Cada vida importa», que se alzó a las alturas empujada por 300 globos de helio. Una gran mayoría de los seguidores de la marcha llevaban camisetas, gorras y pegatinas de diversos colores (blancas, azules, rojas) con leyendas como «derecho a vivir» o «cada vida cuenta».

Ya en la Puerta de Alcalá, donde la manifestación culminó su recorrido, se sucedieron los discursos e intervenciones de mujeres que se vieron abocadas al aborto o que decidieron no hacerlo, así como de portavoces de asociaciones internacionales contra el aborto. Asimismo, se celebró un breve acto en recuerdo de las víctimas del aborto, ceremonia que se pudo seguir desde las tres pantallas gigantes instaladas al efecto en distintos puntos del trayecto. El homenaje a estas víctimas se cerró en silencio con un solo de violonchelo de una pieza de J. S. Bach y, a continuación, con la suelta de 5.000 globos blancos.