Operación Halcón

Durante el periodo en que Carlos Carretero era jefe de la Policía, desde 1991 a 2003 y a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía declaró ilegal su nombramiento, también fue denunciado en el Juzgado por un agente del mismo cuerpo por un presunto delito de falsificación de documento público. Y en 2002 fue sancionado con dos meses de suspensión por no permanecer en su puesto durante una carga de las fuerzas antidisturbios contra los petaqueros en huelga. Su baja y prejubilación le llegó en 2002 por una supuesta falta de visión que no le impidió dedicarse con ahínco al negocio inmobiliario. La Operación Karlos no es el único caso por el que se ha visto ante los tribunales, ya que también se le relacionó con la Operación Halcón, un chanchullo de emisión y venta de facturas falsas, que se remonta a la misma época: la detención por ese asunto también data de su agitada primavera de 2006. Se trataba de una red que emitía y vendía facturas falsas que eran compradas por empresarios del sector de la marroquinería para desgravar de forma irregular.