El enigma de la rotonda

El Ayuntamiento de Cádiz y el Ministerio de Fomento se encuentran enredados en un desacuerdo desde hace varios meses. La Administración central proyectó la llegada del tráfico a la capital con un paso elevado bajo el que discurriera la circulación procedente de la avenida de la Bahía. El Consistorio gaditano se opone a la creación de un muro en esta zona. Desde la plaza de San Juan de Dios se llegó a calificar como «muro de la vergüenza» y se aseguraba que era perjudicial para los vecinos y dividiría a los barrios. Los vecinos de Astilleros mantuvieron una reunión con representantes del Ministerio en la que se les informó del proyecto.

El ingeniero director de las obras del segundo puente por parte de Fomento, Marcos Martín, adelantó que habrá un acuerdo en breve al respecto. Sin embargo, no dio detalles al respecto. Las conversaciones entre ambas administraciones siguen adelante y dejó entrever que es posible que antes de que acabe el año se haga público el acuerdo que finalmente se alcance. Cuando así se haga se pondrá fin a una polémica que dura ya seis meses y en la que la alcaldesa gaditana, Teófila Martínez, llegó a decir que el muro serviría de protección «donde se refugian los que piensan cometer delitos». Fomento, por su parte, señaló que la llegada en una rotonda que defiende el Ayuntamiento crearía atascos que harían inservible el puente.