
«Si crees en una idea, hay que sacarla adelante»
Alma Narbona unió su pasión por el caballo y su formación en Psicopedagogía para abrir el centro El Juncal
JEREZ Actualizado: GuardarAlma Narbona trabaja 14 horas al día. No tiene otra opción si quiere sacar adelante no sólo su empleo en el Ayuntamiento como psicopedagoga, sino también el negocio que puso en marcha hace ya cuatro años. Fue entonces cuando abrió las puertas el Centro Integral de Enseñanzas Hípicas El Juncal, a sólo dos kilómetros de Jerez en dirección a Arcos, y que es un lugar idóneo para que los amantes del caballo practiquen deporte o disfruten de un rato de ocio en un medio rural.
En estas instalaciones que Alma habilitó en unas tierras propiedad de su familia, se ofrece una amplísima variedad de servicios que van desde las clases de equitación a todos los niveles; los paseos a caballo; las competiciones de doma, saltos o raid; el turismo ecuestre; el pupilaje o las visitas de escolares hasta un aspecto único en la provincia como es el Área de Equitación Terapéutica impartida por un equipo de psicopedagogos, médicos y fisioterapeutas y centrada en alumnos con alguna discapacidad.
En definitiva, se trata de un completo centro en el que trabajan fijas cuatro personas y con el que su propietaria ha hecho realidad su sueño de la infancia de unir su pasión por el caballo y la terapia. Así, llegado el momento decidió sumar a su experiencia ecuestre -monta desde los cuatro años- la formación específica para desarrollar su proyecto y se licenció en Psicopedagogía.
Después volvió a Jerez, y después de un tiempo trabajando para otras instituciones dio el paso y se hizo empresaria. «El apoyo de mi familia, en la que casi todos tienen un negocio, ha sido fundamental», destaca Alma, que deja claro que pese a las dificultades que surgen y la falta de ayudas -por mucho que digan los contrario los políticos- «hay que creer firmemente en una idea y hacer las cosas como las tienes en la cabeza, buscando la satisfacción del trabajo propio».
Eso sí, dice que las mujeres rurales lo tienen más difícil para emprender, y reconoce que momentos para tirar la toalla encontró muchos. Además, cuando comenzó a prepararse para emprender su negocio también descubrió que el pequeño empresario «debe saber de todo: marketing, comercialización, contabilidad, publicidad y de lo que haga falta».
Pese a todo, cree que el futuro puede ser bueno. Eso sí, le gustaría que no hubiera competencia desleal como la que tiene con la Escuela Municipal, que «tira los precios y nos crea problemas».