Pacto de Estado por la Educación
Cádiz Actualizado: GuardarLa reunión que mantuvieron el pasado 29 de septiembre el ministro de Educación, don Ángel Gabilondo, y la secretaria general del Partido Popular, la señora de Cospedal debe ser el inicio de una singladura compleja pero fructífera y que nos lleve a lograr uno de los objetivos comunes ansiado por la mayoría de ciudadanos: un Pacto de Estado por la Educación. Un Pacto que deberá contener las líneas maestras por las que se regirá la Educación en las próximas décadas, un Pacto que deberá abordar con madurez la metodología de enseñanza que queremos para nuestros jóvenes, un Pacto que tendrá que fijar unos contenidos adecuados y suficientes, un Pacto que sea un instrumento útil y con estímulo de permanencia en el que unos y otros (PSOE y PP) puedan gobernar el país sin tener que reformar la ley de educación vigente en cada momento.
Porque el sistema educativo no puede ser manoseado cada vez que se produce un cambio de gobierno es necesario este Pacto de Estado por la Educación. Porque los ciudadanos demandamos un proyecto educativo serio y estable es necesario este Pacto. Porque los ciudadanos no podemos ser los mayores perjudicados en cuanto al bipartidismo existente en la actualidad, los ciudadanos apoyamos este Pacto. Sabemos que exigirá sacrificios políticos de unos y de otros pero cuentan con nuestro respaldo mayoritario. Gabilondo y de Cospedal deben ser las personas que lideren este objetivo común y, por ello, les exigimos que se muestren valientes ante este reto, sin prisa pero sin pausa.
Abordar las inversiones, los métodos de enseñanza y los contenidos son los principales aspectos que han de acometer nuestros representantes políticos, junto con el resto de partes implicadas: docentes, padres y alumnos, ya que, todos formamos parte de un mismo armazón. Los políticos necesitan de nosotros, los ciudadanos, para que les guiemos en busca del interés general. Por otro lado, los representantes de las nacionalidades periféricas no deben lastrar con sus exigencias lingüísticas y con sus particularidades históricas este Pacto común que también necesitará de su colaboración, sacrificio y generosidad.
La educación de nuestros jóvenes es la mejor inversión que pueden hacer unos gobernantes responsables que no han de obsesionarse por las próximas encuestas ni por las próximas elecciones sino en servir a sus conciudadanos con lealtad y buen hacer. Por todo ello, apoyemos a nuestros políticos en la elaboración de un Pacto de Estado por la Educación.