Maradona no se equivoca

No le falta razón a Maradona, aunque una vez más, le pierden las formas. Como siempre, hay que acudir al origen de las explosiones para ver qué las detonó. Podría sorprendernos la reacción de un hombre que tanto tiene que agradecerle a la prensa pero no podemos olvidar que, entre todos, hemos creado al monstruo. Y no sólo nos hemos dedicado a rellenar páginas como consecuencia de su fútbol espectacular, sino que encima le hemos dado de comer durante todos estos años y le hemos reído las gracias, incluso cuando su conducta social y su mal carácter siempre han dejado mucho que desear. Como suele ocurrir en estos casos, ha ido a peor. Ya saben que la edad todo lo agudiza y, tratándose de un «Dios endiosado», las críticas pueden llegar a ser insoportables y el fracaso sencillamente, atraer a la muerte. Es imposible sentirse contento por un pase a un Mundial cuando no se ha merecido. A pesar de que me duela reconocerlo, esta Argentina no entusiasma, ni tampoco engancha. No se le puede perdonar a Maradona que sea capaz de provocar que uno de los mejores futbolistas del planeta como es Messi, no disfrute tocando el balón. A estas alturas no nos deben asustar sus groserías al frente de un micrófono porque siempre ha dado muestras de carecer de elegancia. Lo que no me entra todavía en la cabeza es que los periodistas acreditados en Montevideo se empeñaran una y otra vez en pinchar al «Pelusa». La mejor forma de ignorar sus insultos hubiera sido abandonando la sala de prensa o retirándose en el momento en que el «demonio» comenzó a desvariar. Pero no. Somos masoquistas y nos gusta que nos traten con desprecio, ya que siempre al parecer somos los causantes de todos los males ¡¡Pues así nos va, señores!! Con tan poco corporativismo y tanta ambición ridícula suelta, seguiremos rindiéndole pleitesía a los Maradonas de turno.