Se busca suplente

Agotado hasta la saciedad, quiero decir hasta la suciedad, el caso Camps, urge buscarle un sustituto para que sigamos dándole vueltas a lo que no tiene vuelta de hoja. Hay mucho donde escoger, pero parece que hemos elegido a Jaime Matas, el ex presidente balear y ex ministro. Le acusan, presuntamente por supuesto, de adquirir palacetes de saldo y de enriquecimiento ilícito, perdón por la redundancia. El señor Matas gustaba asistir a las beatificaciones vaticanas, acompañado de su esposa, vestida con la clásica mantilla española, que como decía Tono, es la más española de todas las mantillas. Indudablemente puede ser un buen sustituto de Camps en cualquier conversación, sobre todo si el señor Rajoy, al que nadie ha calumniado hasta el punto de llamarle valiente, persiste en apoyarle.

Está bien cambiar de conversación. No podemos estar hablando siempre de que la caída del consumo lastra el IPC o del bajo rendimiento del gran Messi cuando viste la camiseta blanca y celeste de Argentina. Hay que renovar nuestros temas de depresión favoritos, que casi siempre son locales. La CE alerta del "alto riesgo" que corren en España las pensiones y la sanidad por el déficit que han acumulado la banda de inexpertos bien intencionados y pésimamente dotados que nos gobierna. El sistema de protección social se está haciendo insostenible y Zapatero, desde Oriente Próximo, que está bastante lejos, sigue sin hacerle caso a los consejos de Bruselas. Se conoce que es fiel, a pesar de sus escasas lecturas, a la petición wildeana: "no me deis consejos, que sé equivocarme solo". La verdad es que en su socorro ha acudido su rival, que está persuadido de que la ropa sucia no hay que lavarla en casa, ni mandarla a la tintorería, sino meterla en un armario hasta que apeste.